Capítulo 54 "Enojado te ves muy lindo"

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Después de luchar a lo largo de los días, finalmente, el Festival de Primavera llegó al octavo día. El corazón de Cheng Fengtai se sintió agitado y Shang Xirui se encontraba ansioso, ambos fueron torturados hasta la muerte con el anhelo que se tenían. Cheng Fengtai había organizado un horario de entretenimiento, abriendo juegos de cartas en su casa para entretener a amigos y familiares, pasando todo el día tirando los dados junto a su esposa e hijos. En cambio Shang Xirui se encontraba deprimido, no tenía nada que hacer excepto cantar. Aunque ahora está interesado en jugar a las cartas, rara vez se junta con otros, invito a Xiao Lai a jugar con él, pero Xiao Lai se negó. Su mejor amigo, Du Qi, como hijo filial de una familia pasada de moda, también pasó varios días en casa así como Cheng Fengtai. Pero al octavo día, no pudo soportarlo más, abrió un juego de cartas y llamó a Shang Xirui para jugar.

Shang Xirui le preguntó quienes estarían allí, Du Qi le sonrió y dijo que habrían algunas chicas. Shang Xirui supo de inmediato que serían hermanas del burdel. No le gustaba jugar con las hermanas del burdel, porque a ellas les gustaba hablar de otras personas, fingían reír, retorciendose en un intento por actuar coquetamente. También les gustaba tocar y acariciar las manos. Shang Xirui, un hombre adulto que a menudo se siente indefenso pero a gusto al ser enganchado por otros hombres adultos, simplemente se sentiría repugnante si los reemplazaba por una mujer. Al final, les pidió prestados a los niños del vecindario un gran paquete de cómics de los "Siete héroes y cinco caballeros(1)". Luego se acostó en la cama casi todo el día mientras lo leía alegremente, después se levantó y bailó la danza de la espada de Bai Yutang(2). Mantuvo esta rutina durante varios días.

Después del décimo día, Du Qi lo invitó a jugar a las cartas nuevamente. En el momento en que estaba a punto de irse, Xue Qianshan llegó en su coche para invitarlo a salir. Habían muchas prostitutas por un lado y demasiadas concubinas por el otro, lo que le daba a Shang Xirui un dolor de cabeza. A pesar de que Shang Xirui y Xue Qianshan habían sido amigos antes de acostarse, no tenían una profunda amistad ideológica y espiritual. Además Xue Qianshan había estado fuera durante dos años, cuando regresó le hizo sentir como si se tratarán de dos desconocidos, aún así Shang Xirui era cortés y suave con él, le habló en voz baja, no tan agresivamente como frente a Cheng Fengtai. —Pero, Du Qi me pidió que jugara a las cartas con él.

Al escuchar este rechazo, Xue Qianshan parecía muy emocionado. —Si ese es el caso, vayamos juntos. No he visto al Séptimo Joven Maestro en mucho tiempo.

Todos los fanáticos de su circulo eran muy cercanos. Pero Shang Xirui siempre sintió que a Du Qi realmente no le gustaba este Segundo Maestro Xue. Cuando se encontraban, él siempre ponía los ojos en blanco, resoplaba y nunca le ponía buena cara. Du Qi también podía llegar a comportarse como un erudito mezquino e infantil. En realidad, Shang Xirui tenía miedo de ir con Xue Qianshan. No quería que Du Qi se enojara cuando viera a Xue Qianshan. Pero antes de que pudiera negarse, Xue Qianshan lo había atrapado subiéndolo en el coche.

Llegaron muy fácilmente a la habitacion de Du Qi en Houhai(3). Shang Xirui no tenía idea de que Xue Qianshan sabía muy claramente como llegar al lugar de Du Qi en Houhai, era como si ya hubiese estado allí en incontables ocasiones. Como era de esperar, Du Qi había llamado a cuatro hermanas del burdel para que lo acompañaran. Tres estaban jugando a las cartas con él, mientras que la otra permanecía apoyada en su espalda fumando y susurrándole palabras divertidas al oído. Du Qi giró la cabeza para fumar del cigarrillo en la mano de la mujer.

Un sirviente le había informado que el jefe Shang había llegado, sin volver la cabeza, Du Qi sonrió. —Hermano Rui, siéntate y toma un poco de té, terminaré este juego inmediatamente.

Xue Qianshan dijo. —El Séptimo Joven Maestro no necesita apresurarse. No me importa charlar un poco con el Jefe Shang.

El rostro de Du Qi se puso frío, su boca que aún mantenía un cigarrillo se contrajo en irá, escupió el cigarrillo al suelo con odio y le gritó. —¡Fuera!

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