Capítulo 55 "Los celos son amargos"

823 67 56
                                    

Los dos durmieron hasta el mediodía, y Shang Xirui no pudo permanecer inactivo tan pronto como se despertó. Era como una carpa golpeando las olas, y en cuánto Cheng Fengtai se despertó, lo escuchó gritar. —¡Segundo Maestro! ¡Levántate! ¡Juega conmigo! ¡Vamos a platicar!

Cheng Fengtai cerró los ojos y respondió. —Si no puedo levantarme, debe acostarme otro rato. Háblame.

Shang Xirui sabía que Cheng Fengtai se quedaría en la cama durante mucho tiempo, pero él era una persona que no podía soportar tener hambre, así que sacó galletas con sabor a chocolate de la cabecera de la cama y se las comió, llenandose de migajas tomó las mangas de su pijama y se limpió la boca, el glaseado se había caído pero Cheng Fengtai recibió la suciedad. Tomó el frasco y abrió los ojos para comprobar.

—Jefe Shang ¿Qué marca de galletas es esta? ¿Te las compré la última vez? ¿Por qué dejan tantos desechos? Shang Xirui estaba a punto de hablar, pero Cheng Fengtai lo detuvo. —Eres un buen chico, así que traga eso antes de escupir en mi cara...

Shang Xirui tragó. —Las compraste. Pero como no era lo suficientemente dulce, dejé que Xiao Lai virtiera medio frasco de azúcar blanca suave, y ahora realmente sabe mucho mejor.

Cheng Fengtai lo miró impotente, sosteniendo su barbilla. —Jefe Shang, abre la boca, quiero ver tus dientes.

Shang Xirui tragó el resto de las galletas limpiamente, y como un gran gato bostezando, abrió la boca. —Ah~ —permitiendo que Cheng Fengtai sostuviera su rostro y revisara sus dientes.

Era una obra de arte cuidadosamente elaborada por Dios. Una figura que se puede incluir en un libro de bellas artes. Cheng Fengtai vio que sus filas de dientes superiores e inferiores estaban limpias y ordenadas como conchas trenzadas, sin defectos ni manchas en absoluto.

Cheng Fengtai asintió. —Está bien, tú... Puedes comer.

Realmente no lo entendía, incluso la gente que nunca ha comido dulces, tienen podridos algunos de sus molares. Shang Xirui podía permanecer empapado en azúcar durante todo el día y sus dientes eran muy hermosos. Realmente existían personas que eran bendecidas con muchas cosas buenas.

Shang Xirui tarareaba y comía sus galletas dulces mientras le contaba sobre la historia de Yu Qing. Una vez que Shang Xirui supiera algo, Cheng Fengtai definitivamente lo sabría en unos días, porque Cheng Fengtai era "su persona", y no había ningún secreto entre ellos. Pero si los demás se enterarán de que él era así, tal vez estas personas nunca le volverían a contar un secreto.

Después de escuchar esto, Cheng Fengtai elogió. —Yu Qing puede ser muy feroz.

Shang Xirui asintió. —¡Me gusta su temperamento! ¡Tiene muchas buenas ideas!

Cheng Fengtai vio que este era un momento adecuado, abrazó la cintura de Shang Xirui y como si bromeara le dijo. —Yu Qing es una mujer educada y conocedora, una vez que conoció al hombre del que se enamoró, estuvo dispuesta a dejar a su madre y padre e incluso a ser desterrada de su familia.

Shang Xirui masticó sus galletas y dijo. —¡Sí! ¡Es una mujer realmente valiente!

Cheng Fengtai quería fumar pero su cigarrillo estaba en el bolsillo de su abrigo que estaba lejos de la cama, así que tomó una galleta del frasco de Shang Xirui, limpió el azúcar y se la comió. —Jefe Shang, de este ejemplo... ¿No ves el punto?

Shang Xirui inclinó la cabeza. —¿Hm?... ¿Cuál es el punto? No sé a qué te refieres.

Cheng Fengtai tampoco esperaba que Shang Xirui lo supiera, así que dijo lentamente. —La mayoría de las mujeres en este mundo, están dispuestas a morir por amor, lo más importante en sus vidas es el amor. Todo lo demás es falso, y no importa qué tan brillante sea, no puede llenar sus corazones. Si pueden tener un esposo que las ame, críar a sus hijos y vivir una vida llena de amor, entonces no necesitaran de nada más.

Winter BegoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora