Fifteen For All

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La alarma de las 6 am suena y me despierta de golpe

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La alarma de las 6 am suena y me despierta de golpe. Cuando me ubico en mi cuarto doy un largo suspiro, dejando caer mi rostro sobre la almohada. Suspiro estirando el brazo, apagando la alarma, y quedando en esa posición de muñeco de trapo durante 7 largos minutos en los que repaso el sueño caliente que tuve con Bakugo.

Jesús, que rico.

Relamo mis labios al levantarme, me dirijo a mi baño personal y mientras me cepillo los dientes observando mi reflejo caigo en la cuenta de que ese ha sido mi primer sueño húmedo.

Y digo húmedo porque noto que estoy húmeda al desnudarme y entrar a la bañera, ya lista, con sales y pétalos de rosas.

Sonrío a la nada y doy un largo suspiro.

No me puedo creer que me esforcé tanto en convencer a la abuela de llegar antes a clases para que al final nos atacaran unos villanos y se suspendieran las clases. Esta es una de las ironías más grandes que he sufrido en mi vida, me siento peor que cuando aviso a mis hermanos de que se van a caer y al segundo se caen.

Mentira, esos son los mejores momentos de todos.

Cuando noto el agua templada salgo de la bañera, me envuelvo en un albornot y seco mi pelo, aplico una mascarilla casera que tengo en una mini neverita de mi cuarto, y me pongo un gorrito para que su efecto sea mejor en mi cabello. Después me aplico crema de Aloe Vera, me pongo una camiseta gigante, un short negro de licra —que se ve si levanto los brazos—, y me pongo el colgante con el dije de explosión.

Después aclaro mi pelo, lo desenredo importándome poco que la camiseta se moje y se marquen mis pezones debajo de la tela. Los hidrato con el HairFood de Aloe Vera de Garnier y listo.

Ah, si. Tambien me pongo mis gafas porque soy un poco miope y me pongo un jersey fino enorme que pedí XL por error.

O quizas no tan por error.

Mientras mi madre lo crea así no me obligará a devolverlo.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras de casa con una bocina en la que suena I like Boys de Todrik Hall.

Me hago un mini concierto y bailecito en las escaleras ante mi padre, que me observa con una taza de café en las manos y cara de cansancio. De todas formas ríe divertido mientras bajo las escaleras bailando y cantando la canción.

—¡Buenos días! —Sonrío abrazándolo y dejando un cariñoso beso en su pecho. —¿Vas a trabajar hoy, Papa? —Lo miro desde abajo.

—Si. —Suspira acariciándo mi pelo mientras sorbe de su café. —Saldré en un rato. ¿Nos vemos esta noche?

—Mm-hmm. —Me aparto dejándolo ir y sonrío un poco triste cuando sube las escaleras de nuevo a su carto para prepararse.

La única razón por la que me despierto temprano es para verlo marcharse. Como mamá suele dormir alguien debe darle los buenos días al héroe número 1, y me alegra ser la primera cara que ve cada día.

Block Up, Block Out; Sexy BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora