Preguntas Incomodas

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Miles logró salir del jardín 2 horas después, eran las 11, y había ido a buscar el vestido de baño más tapado que tuviera en mi habitación de la casa de mis abuelos, mi papa era su único hijo, al igual que y yo era la única hija de mi papa así que la casa de mis abuelos era mi segundo hogar, o el tercero, el segundo era la casa de Thomas, así que tenia todo un guarda ropas que casi nunca usaba en casa de ellos.

Encontré un vestido de baño de Star Wars que era de una sola pieza con Darth Vader por delante, decidí ponérmelo porque el Speedo que tenia ahí ya era muy pequeño y no me quedaba.

Miles usó una pantaloneta que era de mi padre cuando tenia su edad, se le veia terrible, pero con tal de ver esos cuadritos, esos pectorales, todo su torso marcadito, sus músculos, yo podía soportar la horrible pantaloneta.

No sabia que tan capaz era Miles en el agua, tal vez era como en mi sueño tal vez no.

Antes de ir a la piscina, mi abuela nos llevó a Miles y la habitación de ver televisión que en ese momento estaba desocupada. Cerró la puerta y nos sentó a los dos en el sillón, y puso una silla al frente de nosotros. Esto era de esperarse, aquí vienen las 40 mil preguntas incomodas de mi dulce y tierna abuela, la primera vez que Thomas y Kate vinieron fue igual.

-¿ Cuanto llevan de estar saliendo?

- Abuela, ya te dije que no es mi novio.

- Ella dice la verdad, señora, no somos novios, apenas somos amigos.

- ¿ Hace cuanto se conocen?

- Lo conocí ayer abuela, es mi nuevo vecino.

- ¿ Y tu padre trae a mi casa a un chiquillo, que apenas conoce, que le pasa?

- Lo siento señora- dijo Miles un poco enojado- Si le molesta mi presencia, yo en este momento y con el mayor respeto me retiro.

Miles abrió la puerta, se fue a mi cuarto a recoger sus cosas, y yo salí detras de el, la puerta estaba cerrada, así que toqué, nadie contestó, entré, al final era mi habitación tenia todo el derecho.

Y ahí estaba el hombre más hermoso del mundo cambiándose de ropa, cuando entré estaba solo con su camiseta de John Lennon y boxers, estaba poniendose el pantalón cuando se percató de mi presencia.

- Ya se porque tu abuela es tan desconfiada, si te dedicas a ver hombres cambiándose.

Pensé en decirle si pensaba que yo era una pervertida o algo así pero pensé algo mejor.

- Solo lo hago con hombres guapos.- me arrepiento de lo que dijo.

Con todavía el pantalón sin cerrar se acerco a mi, tomó mi rostro con sus manos y me acercó todavía más a mi, podía sentir su respiración, su olor.

- ¿Me dijiste que soy un hombre guapo?- dijo con una mirada sumamente matadora, yo solo asentí con la cabeza, me besó la frente.

- Ven conmigo, no se como nos vamos a  ir, pero vamos, regresemos, escapemos de tus abuelos.

- Puedo pedirle el auto a mis padres.

- Eres la mejor.

- No lo hago por ti, lo hago por mi, siempre son así con todos, solo déjame cambiarme, quédate aquí, no salgas, voy a estar en el baño.

El me miro y asintió y luego yo me fui pero antes le dejé un beso en la mejilla.

Regresé a mi antigua ropa, y regresé a mi cuarto, Miles estaba sentado en una silla viendo el jardín por la ventana.

- Te gustan las ventanas verdad Sofia?

- De hecho si, solo que no en la mañana cuando amanece, eso si es terrible.

- Tienes razón, pero a mi ahora me gustan, porque por ejemplo hoy al despertar ti vi desde mi ventana.

Nota mental cerrar la ventana, recogí mi bolso de Light Yagami que estaba en la casa de mis abuelos, en el guardé el vestido de baño de star wars, y unas vans negras que tenia en la casa de mis abuelos.

Tomé a Miles del brazo y lo saqué de mi cuarto, de camino cogí su bolso y se lo dí.

Salimos al jardín donde nos encontramos a mi familia platicando.

- Ya los esperaba- dijo mi abuela,- ya se van verdad?

Mi padre nos miraba perplejo, ahí fue cuando le solté el brazo a Miles.

- ¿ Que les pasa?- dijo mi padre con cara de pocos amigos.

- Necesito el auto, la verdad en esta ocasión ni Miles ni yo nos sentimos cómodos aquí. Puedo venir por ustedes mañana si desean, pero nosotros ya nos vamos.

Mi madre me entregó las llaves y yo la abracé, Miles hizo lo mismo y los dos le agradecimos.

- ¿Que pasa con ustedes dos?- me dijo mi madre aun más enojado.

- Creo que mi abuela te puede explicar el mal momento que nos hizo pasar.

Al decir esto, volví a tomar el brazo de Miles y lo llevé hasta el auto.

- Oye, no quería que te enojaras.

- No me enojé solo me cansé, a excepción de que venga sola, y pase en la piscina o leyendo ellos son iguales siempre, los amo pero esa parte me choca bastante.

El me abrazó y yo hice lo mismo, besó mi cabeza y dejó por unos minutos su nariz en mi cabello.

- Crees que las personas se puedan enamorar en un día.

- Tal vez

- Yo creo que sí, porque cada vez me enamoro más de tí.

Subí al auto, no hablé durante el camino, yo no sentía que Miles fuera un puto zorro de colegio, pero si lo era? y yo salia lastimada? bueno creo que es mejor vivir que estar esas, mejor dar la oportunidad, si salgo lastimada es una experiencia.

Empezó a llover, aquí nunca llueve, pero estaba lloviendo y montones, así que sin consultarlo y como yo estaba cansada tenia hambre, frió y quería dormir, paré en un hotel y estacioné el auto.

- ¿Vamos a quedarnos aquí?- preguntó Miles al ver el hotelito de madera, muy rustico, muy acogedor.

- Si, mañana salimos de nuevo y vamos al aeropuerto a recoger a Thomas, la familia no viene con nosotros.

- Okay.

Hacia frío, en este lugar nunca hacia frío, nunca de los nunca

Mi Sexy VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora