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Volteé la primera prueba y en esta solo se marcaba una rayita. 

-¡Negativa!, es negativa. 

-Aún no celebres, te quedan siete pruebas, mejor sigue levantandolas. 

-Bueno. 

Le hice caso y giré la siguiente prueba, y en esta estaban marcadas dos rayitas. 

-Positiva, ay no Mark. 

-Tranquila Abbie, mejor ve la que sigue. 

Voltee la siguiente prueba, y en esta también había dos rayitas,  la cuarta prueba era positiva, la quinta también era positiva, la sexta también, la septima era negativa y por ultimo la octava había dado positiva. 

-Mark, entonces... ¿esto significa que si lo estoy?

-Si, supongo que si, yo creo que sera mejor que le digas a Charles y vayan al doctor. 

-No, pero ¿cómo va a reaccionar el?- Dije mientras mi voz se quebraba. 

-Abbie, tienes que decirle a Charles, no puedes no decirle. 

-Pero ¿y mi trabajo? Dios, ¿y si Binotto me despide?

-Si bueno, también tendras que hablar con Binotto, pero tranquila. 

-¿Cuándo le dire a Charles?

-Tienes que encontrar el momento indicado.

-Creo que lo mejor sera que ya valla al doctor, ¿me acompañas Mark?

-Si, te acompaño, has tu cita para el viernes en la tarde. 

-Gracias Mark, eres el mejor amigo.-Dije mientras lo abrazaba. 

Mark se quedó un rato mas en mi recidencia, agendamos una cita con el doctor para el dia viernes en la tarde, cayó la noche y el se fue, yo me quede sola y decidí irme a dormir, llegó el miercoles y tuve que ir a trabajar, luego el miercoles, conforme pasaban los días sentía que los sintomas empeoraban un poco, me levantaba todas las mañanas con nauseas, y con los olores de la comida me daban nauseas, lo bueno era que mi oficina la compartía con Mark y durante la semana casi no vi a Charles, llegó el viernes, ese día salimos temprano del trabajo, estabamos en el estacionamiento de las instalaciones Mark y yo cuando nos topamos con Charles. 

-Hola Abbie.

-Oh hola Charles, ¿hoy sales temprano?

-Si, ¿quieres que salgamos a tomar un café?

-Amm, es que quede de acompañar a Mark al aeropuerto a despedir a sus primos.-Fue lo mejor que se me ocurrió decir en ese momento. 

-Oh, si quieren puedo acompañarlos. 

-¿Acompañarnos?-Dije muy nerviosa. 

-Si, después de dejar a los primos de Mark nos vamos a dar una vuelta por ahí. 

No sabía que contestarle, no sabía como rechazar a que nos acompañara. 

-Vamos a ir rápido con mis primos, si quieres cuando regresemos del aeropuerto pasamos por ti y nos vamos entonces a donde quieras. 

-Ok me parece una buena idea, bueno los veo en un rato en las recidencias. 

-Si claro. 

Entonces Mark y yo nos fuimos, Mark manejó directo a donde estaba el consultorio de la doctora, llegamos muy rápido, bajamos del coche y entramos al consultorio, el lugar estaba casi vació, nos sentamos en la sala de espera. 

-Señorita Abbie. 

-Si, soy yo.-Dije levantandome de la silla, camine hacía el consultorio y detras de mi iba Mark. 

Solo Faltaba Un EngraneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora