CAPÍTULO 2

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Antes de partir Hera me dijo algo que me está intrigando: "Hagan lo que hagan, oigan lo que oigan, las instrucciones son que NO abran la caja."

Le pregunté, pero no quiso responder, estoy seguro de que ella tampoco lo sabía.









Ya estamos en el planeta, Chopper, como siempre, alardea de hacer mejor sólo el trabajo. Me da risa, parece que no le importa lo que ha pasado y eso me relaja.

Bajamos e inspeccionamos, estamos a media plaza, no puedo creerlo. La gente nos ignora, recuerdo que eso no era así hace varias semanas.
Los troopers ni siquiera se ven. Parece que el informante arregló bien el encuentro.
Seguimos caminando hasta que una niña se acercó. Tomé su altura y la miré con una sonrisa.

-Hola, pequeña. ¿Estás perdida?

Niega sonriente.

-¿Nos buscas a nosotros? -aunque fue una broma me asombró su respuesta.

Asiente con su brillante sonrisa.

-Me dijo un señor que los espera en el callejón de ahí. -ella señala, a penas puedo ver unos pies sobresaliendo.- También dijo que me darían vein... tre... cuarenta créditos.

Ah, claro, manda a la niña y nosotros le pagamos. Quien sea el contacto; es un tacaño.

-Jajajaja, buen intento, te daré treinta porque me resultas adorable. -saqué algunos créditos que me dieron con la mirada asesina de Zeb por la espalda.

Ella estaba asombrada, pero sonrió con gusto y salió corriendo después de tomarlos y agradecer.

-¿Por qué hiciste eso? -Zeb reprende.

-Es que... no sé. Parecía que lo necesitaba.

-Niño, no puedes ser bueno por siempre.

-Al contrario... sé que no soy bueno, por eso... quiero aparentar que sí. -Camino sin esperar respuesta, es la verdad.




Mi verdad.



Caminamos hasta el callejón y un hombre de unos treinta años nos saluda con la mano.

-Al fin llegaron, rebeldes. Me contaron que llegarían, pero... un niño, un droide y un lazat es inusual. Más les vale que sean buenos, porque la carga es tremendamente delicada. -comenta arrogante.

-¿Qué es, a todo esto? No me gusta que parece una trampa.

-Eres muy intuitivo, pero eso no hará que vivas mucho. -su cara cambia, es más agresivo, parece que no toqué el terreno con cuidado.- Escucha, niño, más te vale cerrar esa bocota que tienes y obedecer ciegamente. No quieres problemas, te lo aseguro.

Patea la caja y se va con las manos en los bolsillos. Zeb pone una mano en el hombro.

-Mejor regresamos. No me gusta cómo va ésto.

De pronto tengo una sensación gracias a la fuerza.

-A mí tampoco, corre. -enciendo la caja y la empujó. Varios troopers corrieron hasta nosotros, sabiendo que estábamos aquí.

Zeb no esperó y cargó la caja, la aventó en la nave y subió, Chopper llegó antes y se colocó en su lugar, alzando el vuelo mientras yo ni siquiera había pisado la nave.

-¡¡Chopper, no otra vez!! -salté y por suerte logré entrar antes de que cerrara la compuerta, obviamente teniendo que escuchar su diversión.- Ya verás, chatarra, te enviaré al basurero cuando lleguemos.
















Chopper aterriza y vemos a Kanan, Sato y Hera. Abrimos y sacamos la caja.

-Me alegra que llegaran, ¿cómo estuvo el viaje? -cuestiona Sato con su calma usual.

-Movido -comienza Zeb- Varios troopers nos persiguieron, pero los perdimos en el hiper espacio.

-El contacto... es un tipo raro. -sigo yo.

-Ah, supongo que él lo entregó. -Sato sonríe.- Es un confiable amigo.

-¿Podemos... saber de qué se trata? -no aguanto la curiosidad...

-Nada interesante, -se acerca a la caja y desprende los sellos.- son varios discos con información radios, misiles pequeños, mi amigo me dijo que serviría, tienen tanta información imperial que posiblemente nos haga acabar con... -quitó la tapa... no es cierto.

¿Qué?

No, no, no. Espera, no.










¡Es una chica!









Está amarrada de pies a cabeza y amordazada, inconsciente, también.

Tiene un traje de la academia imperial, un poco morena, pelo corto, ondulado y azul, definitivamente todos estamos sorprendidos.

Zeb... arrojaste la caja. ¡Arrojaste la caja!

Parece que sabe lo que pienso porque se le va el color.

Hera nos mira, parece igual de asombrada.

-¡¿Pero qué es esto?! -exclama Sato- Desaten a la chica y llévenla a la enfermería por si tiene alguna herida grave o algo peor.

-Zeb, Ezra, se los encargo. Nosotros intentaremos dar una respuesta a nuestras preguntas. -Hera, Sato y Kanan se van con prisa.

Veo a Zeb.

-Espero que no... -antes de concluir él me toma de los hombros muy asustado.

-¡Ni una palabra a Kanan o Hera!

-Yo no iba a decir nada... -quiero reír, pero veo a la chica.

Genial, ahora somos secuestradores.


Finalmente la desatamos, Zeb la cargó hasta la enfermería conmigo detrás.

El droide médico nos dijo que tenía una contusión, que probablemente tardaría tiempo en despertar, pero que no tenía ningún golpe grave. Más un chichón que le salió por "cierto golpe reciente"...






















Ésto es exageradamente... preocupante.

Star Wars Rebels: La nueva historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora