CAPÍTULO 10

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.Sabine.

Ahhh, mi cabeza... ¿dónde estoy? Mis párpados se sienten tan pesados, no puedo abrirlos.

Aunque al principio todo me daba vueltas pude recuperarme medianamente rápido. Con un largo suspiro abro lentamente mis ojos y parpadeo un par de veces para adaptarme a la falta de luz, esta habitación... me parece familiar, es como la que tenía en...

Oh no.

No.



















¡NO!

































¡¿QUÉ HAGO AQUÍ?!

Estoy atada de pies y manos con esposas, sé que debería guardar la calma, pero es imposible, ¡estoy entrando en pánico!

Vamos, vamos, ¿cómo llegué aquí? Ah, claro, estaba en una misión con Ezra y Hera, después varias hojalatas me persiguieron y acorralaron, es como... como... aquella vez que se llevaron a Kanan. No puedo creerlo, no puede estar pasando.

Lo peor es el olor, me recuerda tanto al antiguo instructor, ese horrible tipo que siempre me miraba de una manera escalofriante.








Repetidas veces muevo mi cuerpo de un lado a otro para safarme, un poco al menos, de estas apretadas esposas. No lo consigo, ¿ahora qué hago? Fantasma, chicos... vengan por mí...

Escucho pasos, alguien cojea... definitivamente es él, recuerdo cada segundo de distancia entre uno de sus pasos al otro y el "toc" de su bastón.
    En seguida se abre la puerta, aquel soldado entra para encontrarnos cara a cara.

—Volvemos a encontrarnos, joven Wren.

—General... ¡Exijo saber qué hago aquí!

—Antes que nada, ahora soy Teniente. Interesante, ¿verdad?

—¿Y eso a mí qué? Solo libéreme.

—¿No piensas que es muy aburrido exigir eso ahora? Ya sabes, no voy a hacerlo.

—¿Qué quiere de mí?

—Hablar. ¿Sabes? El imperio de echa de menos, tanto que decidimos seguir con algunos de los materiales que nos dejaste.

—¿Eh...? Pero me encargué de borrar todo.

—¿Borrarlo? ¡Por favor! Esto es el IMPERIO. No es como si no hubiéramos copiado la información. De hecho, es interesante, volveremos a probar este mes el prototipo estrella que nos obsequiaste.

—E~Eso es asunto suyo.

—¿Y qué pensarían tus padres de ello? -Se acerca cada vez más con cada palabra, susurrando, haciendo que recuerde todo.

    Ya lo saben, me exiliaron por eso, no es información nueva.

—Tarde para que me delates.

—Hmmm, ¿y si les envío un regalo de parte tuya?

—¡Ja! Mi gente no es tonta, seguro...

—Seguro pensarán que Sabine Wren volvió al imperio. Debes ser una decepción para tu madre, para tu padre, para tu hermano, para todos. De hecho, me pregunto, ¿y si tu clan muere, qué pasa contigo?, ¿te conviertes en la líder del clan o los demás clanes intentarán ir por ti? Después de todo, los mandalorianos fueron conocidos por traición, rebeldía, agresividad, salvajismo. Ni siquiera con los planes de la "dichosa" Satine Kryze hicieron la diferencia, lo comprobaste un par de veces hace un tiempo, ¿no?

Decido no responder, no estamos yendo a ningún lado.

Ahora unos pitidos resuenan desde el exterior del cuarto, "ya está la transmisión que solicitó en curso" dice.

Veo al hombre sonreír.

—¿Qué tal si les hacemos una visita a tus queridos amigos?

Sin pensar toma mi brazo causando que me levante. Me lleva hasta una sala privada y me toma por sorpresa el hecho de que no hay nadie más aquí... solo hay droides operativos, médicos, ratones... no hay ni un alma aquí.


Solo somos nosotros dos...

Mientras más camino, no me queda duda: estoy en la fragata imperial donde entrenaba y me instruían, casi puedo escuchar las risas de mis antiguos compañeros, sólo estuve aquí unos meses y luego todos fuimos a un crucero, pero se siente como volver al peor rincón de mis pesadillas.

    Recuerdo que fue aquí donde me cuestioné por primera vez qué es el lado correcto.


















Comencé a mirar en piso sin darme cuenta, al alzar la cabeza diviso la puerta que ahora se encontraba frente a mí. Parece que llegamos.

Nos adentramos en la sala, él me empuja hasta el centro y la transmisión en la mesa me deja perpleja.

Hera, Kanan, todos ellos están en la pantalla, pero parece que no saben que los vemos... parecen tan... alegres.

    No parece que estén planeando buscarme...

"¡Ey, miren eso, Iara también sabe hackear a los imperiales!"

Esa es la voz de Ezra... parece asombrado de Iara...

"Nada mal, es bueno tener a alguien tan útil de vez en cuando."

"¡Oye, yo soy bastante útil!"

"Cuando de desastres se trata, jajajajaja."

Zeb y él parecen estar disfrutando esto... yo también... yo también soy útil...

"¡Chicos, acaban de autorizar la misión!" Hera se les une con entusiasmo, ¿será...? "Vamos por unas naves al borde interior, de paso vayamos a buscar unas cuantas frutas de Cuberita, están de temporada en todo el universo."

Esas son mis favoritas...

Intento creer que no es real, pero las voces... nadie podría imitarlos tan bien, sus gestos, los conozco bien...

—¿Por qué no le has dado esto al imperio? -me giro a él- ¡Es porque es falso, ¿no?! Ya que ni siquiera sabes dónde están, ellos no van a abandonarme así. ¡Es un truco!

—Oh, Sabine, no arrugues tu joven y hermoso rostro con tan distorsionada expresión. Pero, para tu tristeza, el vídeo es real. Mi querida Iara me lo entregó.

—¿Iara...? Oh no, lo sabía, ¡sabía que había algo mal con ella! Si le hubiera dicho a Hera mis sospechas...

—Veo que ya no eres tan segura de ti misma, qué triste, Wren. -toma mi mentón y me hace mirarlo, quiero golpearlo con tantas ganas, está tan cerca que creo que va a...

























¡¡¡¡MALDICIÓN!!!!

Star Wars Rebels: La nueva historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora