Kanan insistía en no hablar de lo que sucedió en aquel planeta con el comandante Sato, obviamente Hera no estaba de acuerdo. "Tenemos que dar un informe, lo sabes bien, no podemos justificar como si nada estos días, Sato ya sabe que no fue algo leve." Ella replicaba, pero Zeb no quería que se expandiera la noticia de que en su planeta habían problemas y sobre todo, que se involucraba un ser oscuro que a fin de cuentas ya no iba a causar problemas, por lo que decidieron no hablar demasiado, pasando por alto que el planeta estaba en un lugar accesible para ellos.
Siendo que el imperio podría tener más cómplices como infiltrados era una información que tendrían que callar hasta la tumba.
-Las cosas que han sucedido últimamente... -comenzaba Kanan- He pensado en el consejo de Rex, ya va siendo hora que Ezra sea más independiente. He decidido quedarme aquí a partir de ahora.
Dijo él, estando en la cocina, bebiendo algo de agua. Hera estaba con él, ambos estaban preparando su propia comida.-¿Cómo? ¿En la base? -respondió ella aún incrédula- ¿Qué te hace pensar así?
-Ya no es lo mismo, sin mi visión yo no... puedo ayudar.
Era momento de ser racionales. "Sí, tienes razón". "Está bien, no me molesta". "Bueno, te encargo la base". ¿Qué es apropiado decir?
¿Él ya no estaría en la nave si no es para dormir?
Hay veces en las que las misiones les tomas días. ¿Estará bien?-¿Es por Ezra? -preguntó quizá sin pensar.
-No, no tiene nada que ver. Ezra ya ha madurado mucho y quizá la ansiedad que tiene es por estar yo ahí todo el tiempo.
-Nosotros, incluso Ezra, no querríamos que no estés ahí.
-Hera, siempre voy a estar con ustedes. -Levemente le pasó la mano por el brazo de ella, acarició mientras bajaba la mano hasta encontrarse con la de ella- ¿Me extrañarás?
-No lo sé, ¿me extrañarás tú? -jugó con los dedos del varón de forma coqueta, finalmente entrelazó sus dedos- Aún no estoy convencida. No sé qué cambios provocará en Ezra, él te aprecia.
-Tendrá que superarlo. Además, ésto es por su bien y el de la tripulación.
-Nuestro bien es estar juntos, somos una familia. -con pesar espetó- Somos, tú y yo...
No había mucho más que decir, ellos sabían, necesitaban el tiempo para que sus corazones se sinceren.
-Somos tú y yo, Hera. Ahora sí.
Comenzaron a acercarse al otro, al principio estaban tímidos, pero los unió un fuerte abrazo. Algo que no era nuevo, Kanan sentía la tristeza de Hera y sus ganas de aferrarse a él, pero era cierto que ambos se sentían como cobardes, ¿cómo no son capaces de decir con palabras lo que el otro quiere? O tal vez, las palabras sobraban.
Pues los unió un tierno beso. Uno que quizá no olvidarán, lo deseaban tanto, necesitaban estar así con el otro. Fue cálido y confortante, no muy largo, pero ambos descansaron. Sus cuerpos se llenaron de calma, pero al mismo tiempo, dudaban. ¿Lo habrá echo por el momento? No serían tan tontos para preguntar.-Hera, me asusta no poder protegerte.
-No necesito protección, Kanan.
-Lo sé, pero nadie está a salvo en la rebelión. Días llenos de angustia, todos, desde que nos conocimos, no son nada comparado con los días que nos esperan, y no estoy listo para no pasarlos a tu lado.
-¿No es algo contradictorio si es que te quedas?
-No, porque te estaré esperando aquí, Hera. Estaré esperando que regresen porque estando con ustedes yo podría no ayudar. Aquí puedo hacer más que solo aprenderme los pasillos.
-Está bien, Kanan, entonces trataré de no llegar tarde.
Ambos sonríen, han pasado tantos años juntos, qué alegría sería volver a esos tiempos. Aunque difíciles, estaban llenos de incertidumbre y adrenalina, no había tanto miedo.
Aunque ahora no es malo, porque había amor.Dos días después
Sato estaba transmitiendo una serie de imágenes para que todo el mundo las vea, naves, planos de naves, todo lo que podría serles útil para mejorar las suyas. Éstos planos iban a subastarse pronto, pues eran muy viejos, necesitaban obtenerlas y varios bandidos seguramente también las querrían.
-Joven Wren, ésta misión te la asignaré a tí. Será una misión en solitario, conoces mucho de ésto al haber sido cazarrecompensas.
-Sí, comandante. ¿Qué tengo que hacer? -La emoción era mucha, por fin saldría como en los viejos tiempos.
-Nuestros fondos no son muchos, pero intenta comprarla. Si alguien te gana los planos, asegúrate de obtenerlos sin víctimas.
-Entonces, primero debo conseguir la entrada a la subasta. -Pensó en voz alta- Creo que ya tengo un plan, señor.
-Bien, te asignarán una nave, tómate tu tiempo, pero no tardes más de una semana. No hay que llamar la atención.
Levemente se inclinó con respeto, después fue al Fantasma a prepararse. Antes de llegar miró por el rabillo del ojo a Ezra, hacía días que no se habían visto y ahora tenía el cabello aún más corto. Se veía bien, más maduro, más tranquilo. Tenía ganas de verlo, de preguntarle por el cambio, pero seguía recordando su último intercambio de palabras, esa era una cruel traba.
No le quedó más que continuar, el camino se le hizo largo, subir la rampa fue pesado y al no ver ni un alma dentro soltó un suspiro.-Sabine. -Su voz era inconfundible, él.
-Oh, hey. Ezra.
-Felicidades por tu misión. -Subió al lado de ella.
-Sí, estar fuera va a ser divertido. Hace tiempo que estamos encerrados.
-Es verdad, yo iré con Rex y Zeb a hacer de escoltas del senador Organa, ¿y tú?
-Voy por planos, parece que te esperan muchos momentos elegantes. -Intentó bromear, pero rápidamente se formó un momento incómodo, lleno de silencio.
-Sobre lo de hace días...-Intentó retomar el tema, pero iba a ser en vano.
-No quiero hablar de eso. -Cortó.
-... Que tengas buen viaje, Sabine.
Más tarde ella salió, la nave despegó, ya estaba mentalmente preparada para su nueva misión.
Solo que no esperaba encontrarse con...
-¿Sabine? -preguntó la joven con manchas azules y pelo rizado.
-Iara...
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Star Wars Rebels: La nueva historia
ФанфикQuienes recuerdan su pasado con orgullo tuvieron dos opciones: Usarlo o aprender de él. Decisiones incorrectas y el crecimiento de nuestros protagonistas. Una lucha no muy común entre el bien y el mal están atrapados aquí. Ay del imperio y la re...