Karlo Ravel manipula a las chicas; las hace jugar su juego hasta que terminan muertas o enloquecidas, son sus piezas de ajedrez, como dice él. Y nadie puede culparlo porque al final, él sólo es un espectador disfrutando de su show. Le gusta retarse a sí mismo y elegir a la víctima en un juego de azar. Esa víctima fue la pobre y dulce Victoria Salazar, que nunca imaginó que su nombre sería su propia destrucción.... ¿O no? Quizás, Karlo se metió con la persona equivocada. Quizás no sea el único que sepa jugar. Victoria podría no es una víctima cualquiera. Es lista e ingeniosa, y puede que se guarde algún as en la manga para invertir el juego. ¿Podría el cazador volverse el cazado? (HISTORIA DISPONIBLE EN INKITT DONDE SE PUBLICARÁN LOS CAPÍTULOS UNA SEMANA ANTES QUE EN WATTPAD)