La noche anterior pensé en irme de escape a un lugar costero, sólo lo pensé y le avisé que llegaría de improvisto y por lo que me contó, su alegría era evidente.
Estaba emocionado, nos habíamos escrito y habíamos hablado de cuestiones propias de las vivencias de cada uno. Tenía algo así como una perspectiva encajable con la mía y eso claramente me fascinó desde el primer saludo.
Describirla resulta poético, cabello corto y rizado, piel blanca y recorrible, labios delgados, las curvas de su cuerpo son inevitables y no hablemos del resto de cosas por mencionar. Nos sentamos en un graderío abrazados por un poco de sombra, el calor del sitio es detestable pero claro, era lo de menos.
Estuvimos ahí algo así como una hora y hablamos de las cosas del otro, hablamos de gustos, amoríos, perspectivas y entre tanta plática me dio ganas de fumarme un pitillo, lo prendí y a continuación comencé a enseriarme
-hay algo que debo admitirte
(Le dije mientras la tomaba de la cintura)- tengo la leve sensación de que me empiezas a gustar, no es precisamente por tu físico, te encuentro diferente...Me vio por un momento y sus ojos se clavaron dentro mío
¿Sabes? estoy tan acostumbrado a conocer mujeres (o algunas pocas) que son ¿fáciles? ¿Convencibles? sí, sabes a qué me refiero, al tipo de mujeres que con romanticismos y prefacias las tienes sin que lo piensen, tú no has dejado ni que conozca tu forma de besar...
Por un momento se rió irónica y la abracé
-No hagas eso (me dijo) no soy tan de repartir cariño, soy muy fría
-¿Fría, a qué te refieres?
-A que no me gusta demostrar mucho afecto a nadie
-¿Lo dices por ti o porque alguien no supo corresponderlo? le señalé
-Por mí y porque no supieron valorarlo
Dentro de mí algo se movió, este recuerdo de anteriores cuestiones
-Es mejor que sea sólo por ti, para no hacerte daño contesté
Me daba cuenta de que ambos habíamos tenido encuentros no satisfactorios con esto del 'Romance' ella al verla me hacía sentir con calma, una sin duda meramente exquisita. Besé sus mejillas un par de veces y me limité a abrazarla. Nos movimos de donde estábamos y caminamos unos cuántos minutos más, la tomé de la mano y juro que me sentía pleno, sus ojos a través de sus lente brillaban como el sol y no digamos su sonrisa, irradiaba paz.
-Te amo (le dije) te amo, lo digo en serio, me gustas, eres tan diferente y eso me gusta, estoy harto de tener una compañía de costumbre, estoy cansado de las costumbres, sólo te amo
Su boca se abrió y me hizo sentir de entre todos los gusanos del vientre que habían mariposas luego de responderme
-Te amo también...
Nos abrazamos otra vez antes de tomar fotos de recuerdo, quise acercarme y fundir mis labios con los suyos pero ambos sentíamos muy pronto ese encuentro, el tiempo va a volvernos a encontrar y espero con ansias volver a tener otro encuentro con ella... quiero creer y confiar en que ese espacuo cálido y pacífico es mi lugar de ensueño, de reposo, que esos ojos color café serán la puesta de cristal de donde no me mueva... sé entonces que no todo está perdido, sé que hay luz en sus ojos, en los ojos del sol.
Para ti.
Te amo.
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OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIAS
RomansaDel cómo se aprende a poetizar el dolor del romance...