Te reconozco como la palma en mis manos y porque en vos el tiempo no se para porque es eterno en tus labios; producís en mí grandes destrozos y agravios y el efecto no es contrario cuando reparás los daños después.
Te recito en el cuarto más oscuro y solitario, dejando que me consuma el amor con el que te amo, volviendo a caer en los recuerdos del pasado intentando reencontrarnos en los momentos de hace tanto. Hoy me ganó el sentimentalismo y lo acepto, porque sé que pierdo la cabeza y que lo que por dentro guardo para esto carece de ser algo sensato, es algo más o menos como un pensamiento claro pero muy poco estructurado.
Perfilas una mente que obvio inquieta a la mía, posees un linaje espiritual que da vida, a mí me compete ser franco ante este deseo y fantasía que me hace querer sembrar en vos el amor que te tengo todavía; en tu ser se compaginan y se originan las ideas que casi con todo combinan, las mismas que embonan nuestras almas en un acto natural en donde vos y yo desconocemos todo y lográs hacerlo real.
Si le doy más importancia a mi círculo vital, es suicida casi porque te encuentro dentro de mi ámbito social, y es tan contraproducente porque sé que me va a lastimar imaginarme de todo sabiendo que al final nada será.
Pero sin embargo sigo y voy empecinado a que soy yo el que contamina la escasez de afecto que recibo de vos todavía, yo siendo como soy podría perderlo todo pero vos, ya te has ido. Pero somos complementos, tempestad y enfrentamientos... la paz y la armonía que desfilan después de vernos completos sintiendo que palpamos ese mundo invisible que con mil intentos hicimos.
No sé si es mi dicha o un castigo, esto de vivir para saberte divisar hasta en el aire, acariciar tu transparencia si es que te miro a detalle porque es mi don conocerte mucho mejor que nadie, y eso lo sabés, por eso es algo sumamente imposible, eso de querer volver al mismo sitio y dejarnos sentir lo indescriptible de la esencia de los dos cuerpos jugando al aire libre.
Si mañana hay un silencio y de repente notas que no te hablo, vas a entender de pronto que aquí no se necesita que existan vocablos... será en nuestro lenguaje, vamos a estar conectados y mi mirada te va a decir todo aquello que te he callado.
Mientras, hoy ya no te encuentro, pasé del valle a otro desierto, te voy a ir a buscar en mis sueños solo si no despierto, claro está que fuimos momentos, la misma luz en movimiento, yo sé que simplemente fuimos momentos...
...que hoy causan desconciertos.
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OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIAS
RomanceDel cómo se aprende a poetizar el dolor del romance...