UN POCO DE HOY

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De vez en cuando como ustedes saben, me siento en la terraza de mi casa a meditar (si con meditar puedo referirme a arañarme las paredes de la cabeza) y simplemente ver el sol caer a lo lejos mientras el cielo cambia de un naranja espléndido y cálido como el fuego, a ser un púrpura grisáseo acompañado de un frío de mierda  aracterístico de estas tardes de Diciembre.

A lo lejos hay dos 'estrellas' que se ven juntas, son Saturno y Júpiter aprovechando para contarse algo; cuando las veo imagino que ambas, son el viejo y su mamá reecontrándose después de que se fue de aquí y entonces me siento un poco menos mierda extrañamente sabiendo que él ya no tiene nada de qué preocuparse ahí donde está ahora.

Aquí abajo siento que todo es un completo caos, ya saben, las preocupaciones de lo que pasará más tarde, las deudas, los problema con los amigos, con la familia, el estrés del trabajo, el futuro... y aunque quisiera enfocarme más en lo que me va a pasar en el presente no puedo, el presente que tengo está tan mal que no me deja siquiera echarme una siesta o follar tranquilo, ni siquiera puedo disfrutar del aire que respiro y está muy mal.

Papá ya no está para acercarme a charlar con él y anestesiarme un poco, está mamá, mi hermana pequeña y mi viejita de cabello nevado, pero la cobardía y el miedo me co sumen cada que las veo. Tengo tantos problemas que quisiera preguntarle al viejo si es tan cierto que la muerte te da paz y así, intentar comunicarme con aquel que todo lo puede y pedirle un adelanto de esa paz.  

Sólo quiero dormir tranquilo, sólo quiero vivir en completa calma, allá donde cuentan que todo es blanco

Por ahora, tengo que seguir bebiendo del miedo y esperar a que la fila avance.

OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora