DOS EN UN MILLÓN

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Son sobrenaturales mis encuentros con mi amante, son exódicos, son fascinantes... la beso y me pierdo en el instante más exquisito cuando cae la noche y nos encontramos.

¿Cómo le das a elegir a un hombre, entre la mujer que ama realmenteny su amante?

¿Cómo puede uno saber de qué lado estar o a quién pertenecerle?

Al final del día me siento a la orilla de su cama y la veo dormir sin alguna preocupación o vejamen, porque sabe que acudo a ella para apagar algo dentro de mí, y sin que se de cuenta le beso los labios, me visto y vuelvo a actuar como si no existiera.

Vuelve el día y regreso a la estadía de quien sé que amo, vuelvo a los brazos de la chica de los cabellos dorados, que supongo que me espera como parte de su día... llego y beso sus labios rosados y distantes, acaricio su cabello y sólo charlamos de la porquería del día, de lo pesado de las horas o de repente de los planes para el otro día. A ella la tomo por la cintura, la pego a mi cuerpo y le beso la frente sin alguna otra respuesta.

¿Cómo decidir con cuál quedarte?
¿A quién inclinas tu balanza?
¿De quién serás al día siguiente?

De día siento que somos dos enamorados más... de noche siento que somos dos amantes, dos en un millón

OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora