OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIAS

SUEÑO

Estábamos locos, demasiado locos, o quizá simplemente yo lo estaba...

Esa noche habíamos discutido los intereses de cada uno, ella lo hacía con su típico 'no voy a decírtelo de nuevo, es algo que tú ya sabes' y yo con mi necio pero sincero 'te amo, debes entenderlo'. No recuerdo muy bien cuánto tiempo estuvimos ahí sentados, cuántas veces la perseguí por todo el lugar intentando calmarla, cuántos golpes me dió maldiciéndome y pidiendo que la soltara y esas cosas que suelen pasar cuando las cosas se vuelven 'tóxicas'

Pasaron otras dos horas, las ventanas negras se tornaban azules, estaba amaneciendo lo cuál indicaba que habíamos desperdiciado el sueño de aquella noche discutiendo y dándonos de piñas en la sala, ella tenía una leve molestia en la cadera y los brazos y yo, bueno, me dolían más el corazón roto y el alma turbia, la nariz podía dejar de sangrar pronto. La había notado un tanto somnolienta y cansada, trabajaba demasiado y regresaba a casa deseando dormir y reponer energías, pero ahí estaba yo robándole su sueño...

Dicen que las personas con sueño y los borrachos tienen muchas cosas en común, ambos van a decirte muchas verdades sin resistirse mientras se quedan dormidos, ella se había acostado sobre el sillón y se limitaba a sólo responderme un par de cosas casi que sin prestarles mucha importancia

-¿Vas a dormirte ya?
Le pregunté

-Sí, tengo mucho sueño ya...
Me dijo con su voz ronca y pesada, estaba por rendirse

Me acerqué y la tomé del brazo, le dije que la llevaría a su cuarto para que durmiera y luego me iría; así fue, la tomé suave y caminamos hasta su cuarto, abrí la puerta y la acosté en su cama, se dejó caer... el sueño la tenía dominada.

La vi ahí, tranquila, suave, delicada y hasta parecía que la desgraciada no era capaz de causarle desastres mentales a ninguno, me acerqué a sus labios y la besé con las más grandes ganas y con el mayor sentimiento del caso... la besé, el mundo se redujo de nuevo a ese espacio entre sus labios y los míos, sentí cómo sus labios también se disponían a rozar los míos, ambos nos estábamos besando con deseo y con aquel toque dulce, sí, de un veneno dulce que sabía iba a causarme más desconciertos, sus manos me sujetaron y luego volvió a dormirse, yo me dormí.

Desperté pues, eran las y tantos de la mañana, ella debía ir al trabajo, yo tenía una cita con el dentista; por dentro de la mente me discurrían miles se ideas y en el vientre la oleada de sentimientos y de vacíos me causaba resaca... ambos estábamos ya listos para otra jornada, no resistí, me acerqué a ella y la tomé por la cintura, me acerqué a sus labios y de nuevo sentí sus manos alejándome

-¿Qué pasa ahora, hice algo malo?
Le pregunté

-No, simplemente no quiero besarte

-¿Por qué?
Le pregunté de nuevo

-Simplemente no quiero y ya
Me respondió irritada

Me reí por un momento, discimulando mi confusión

-Me besaste en la madrugada y sentí todo lo contrario
Le dije sarcástico

-¿De verdad? bueno... supongo que sería por el sueño, pero ya desperté, así que no lo intentes

-¡Vaya! significa que todo este tiempo habías estado dormida, significa que acabas de despertar de tu sueño...

-¿Cuál?
me preguntó extrañada mientras se dibujaba una ceja

-bueno, supongo que haces cierto tipo de cosas sin oponerte ante tu orgullo cuando tienes sueño, hablo de que cuando te conocí estabas durmiendo... eras otra persona, eras alguien sin ningún tipo de resistencia, quizá querías descansar cuando me conociste

Volteó a verme y me dijo

-nunca entenderé lo que dices, simplemente no vas a besarme y ya

-¿Cuándo volverás a dormir?
Le pregunté

-¿De qué hablas?

-...olvídalo

Salí de su casa después de beber una taza de café, salí de nuevo con ideas torpes y embriagantes en la cabeza, era extraño todo esto... extraño haberlo sido todo y ser nada a la vez, era extraño, tercos, necios, presurosos o simplemente aburridos, no sé cómo describirnos ahora. Sólo estoy esperando a que uno de los dos tenga sueño y descansar.