Creo que estábamos demasiado jóvenes, un poco locos y sintiendo al mundo en las manos. La primera vez que follamos yo estaba muy nervioso, realmente lo estaba. Ella en aquel entonces era más pequeña que yo-- y eso que considero que lo poco que hemos crecido en estos tres años ha sido un poco de ayuda para ambos-- aquella tarde yo no sabía qué hacer, solo sentía atracción por ella, una linda atracción y, pasó de ser eso a un encanto bestial por su cuerpo.
Recuerdo muy bien que ella tomó la iniciativa de provocarme, de excitarme abriéndose la blusa y dejándome ver sus pechos hermosos y redondos, esos exquisitos pechos era lo que más le gustaba enseñar cuando usaba escotes. Luego de eso me armé de valor y la besé de forma infantil, solo me puse a ello... ella se bajó los pantalones y se agachó entregándome todo eso que tenía.
Mierda, solo de escribir de eso hace que se me vuelva a cortar la respiración; tiene un buen trasero, realmente no he visto uno así en mucjo tiempo, solo recuerdo que me sujeté la polla y busqué por todos lados hasta que le dije: ¿puedes darme una mano aquí?.
Era como la segunda vez que follaba con alguien, me sentí avergonzado porque ni siquiera sabía dónde meterla. Pero, luego, cuando le tocó a ella estar arriba... la lujuria pasó a ser algo tan sublime y artístico. Tiene un cuerpo asombroso, realmente lo tiene, observé durante todo el tiempo cada detalle de ella, su cabello que se vez en cuando tapaba sus pechos, sus caderas agitándose salvajemente y sus manos sobre mi pecho... ¡aaaah! recuerdo que me quedé mudo, ella estaba haciéndolo todo y yo, bueno, yo solo me acosté para servirle de descarga de sus deseos.
Follamos por varios días, incluso semanas enteras follando... era realmente placentero, y yo me enamoré de ella, no por la forma tan perfecta de follar, sino porque podía verla con ropa y sin ropa y en todas formas me parecía hermosa.
En cada follada nos dejábamos ir un 'Te amo', y yo sabía que escuchar eso, era mejor que un buen orgasmo.
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OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIAS
RomanceDel cómo se aprende a poetizar el dolor del romance...