TODO PARA MI NADA

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Ni siquiera sé por dónde empezar esta columna, obituario o redactado debido a que pese a mi extenso catálogo poético hoy no encuentro nada para comenzar a hablar. Me limito únicamente a balbucear unas cuantas palabras u oraciones para darme a entender.

Aún no me pregunten quién es, aún no quiero responder a eso; mejor pregúntenme ¿por qué? es lo que es y yo sin averiguarlo les sé dar una explicación que aunque corta e inherente, afirmo que es la real.

Conozco todo de ella y desconozco poco, he visto dentro de ella y fuera de ella. He admirado la imagen de su silueta, cada detalle de su cuerpo, recorrido cada arista y centimetro; enredo mis dedos en su cabello color sol y me he detenido a contemplar el infinito viendo sus ojos. La he visto llorar, reírse, contemplar algo con asombro, la he visto modelándose a sí misma en el espejo, soñando algo muy lejos de aquí y sobretodo, he visto su corazón abrirse como una pequeña flor de loto, puedo decir entonces que no me referiré a su ropa en el suelo cuando digo que muchas veces la he visto desnuda.

En ella destellan las estrellas, en ella se detiene el tiempo, en ella el infinito se hace contable, en ella se discipa la oscuridad, en ella nace la aurora y en su mirada brilla el ocaso. Sensual es besarla y sentir cómo por dentro baila el espíritu tomado de la mano de la rea creación. Poético es el roce de su piel, orquésticos son nuestros encuentros y platónica es la sensación dulce que después, cuando termina la noche, me produce el poder amarla...

¿Quién es?
La pregunta es sencilla... es el todo para mi nada.

OBITUARIOS, DIARIOS Y NUPCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora