Capitulo -24-

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Dos semanas más tarde.

-Lo siento tanto. -murmuró Liam abrazando con fuerza a Lottie.

-Gracias por venir, Liam, no sé de qué manera podría sobrellevar esto. -dijo entre sollozos.

-¿Dónde dejo la corona de flores?. -preguntó uno de los hombres de Vitale.

-Junto al resto, ven te diré dónde están. -dijo Lottie tratando de detener sus lágrimas.

Llegaron a la sala dónde estaban velando a la madre de los hermanos Tomlinson. Estaba lleno de coronas de flores por parte de los Vitale, de los Tomlinson y de los Baker.

-Hola. -Edward se encontraba detrás de ella.

-Hola. -el rizado extendió un ramo de rosas hacia la rubia -¿Cómo estás, Edward?. -él la abrazó sin poder responderle.

-Ya no puedo hablar de él sin que mi voz se rompa. -murmuró en su oído.

A Lottie se le hizo un nudo en la garganta, ya no podía con dos perdidas, primero su hermano que no sabían si volvería a casa y ahora su madre había muerto en un robo.

-Ella se fue creyendo que Louis estaba a salvo en su luna de miel. -mencionó y rompió en llanto, Edward trataba de mostrarse fuerte.

-No puedo quedarme. -murmuró y se retiró.

Se fue caminando lo más rápido que pudo, cuando entró en su auto se quebró totalmente, cada día temía más por la seguridad de Louis. Al tipo que estaba despistándolos no le pudo sacar información, lo torturó y lo torturó, pero sólo logro que Edward lo matará a golpes.

La pista más fuerte que habían tenido no estaba más, ya no sabían nada, no encontraban a Alessandro, parecía que se había esfumado del mundo. Al rizado le dolía, lloraba cuando estaba solo, pasaba tiempo con su hija y luego se encerraba en su habitación a beber whisky hasta que se desmayara.

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Gritos, golpes, llanto, olor a tabaco y alcohol que se intensificaban. Se encontraba sentado en el sofá roto de la sala, su padre estaba borracho otra vez, su madre lloraba, pero el pequeño Louis no podía hacer nada.

Louis tuvo un pequeño flashback, había recordado algo de su pasado mientras tomaba su café en la mañana. Intentaba seguir recordando.

Era un fin de semana, se encontraba con sus auriculares puestos, ya con quince años luego de haber intervenido en vano por salvar a su madre. Había salido de Doncaster para visitar a sus padres.

-¿Otra vez está pasando?. -preguntó Anne del otro lado de la línea.

-Necesito verte, Anne. -respondió el pequeño.

Su madre, su padre, Anne, los recordaba. Quedó boquiabierto mirando hacia afuera, veía el árbol que mecía sus hojas con ayuda del viento, intentaba mantenerse tranquilo mientras trataba de seguir recordando.

-¿Hola?. -escuché una voz conocida, era de un hombre -Oh, tu eres Louis Tomlinson. -afirmó, cuando me di vuelta vi que era un chico de mi clase, castaño y de ojos marrones.

-Tu eres Liam, ¿Verdad?. -le pregunté.

-Si, el mismo, ocultándose de los abusones. -rió, tenía una risa muy tierna, de inmediato me llamó la atención.

-¿Por qué te molestan?. -pregunté, Liam no merecía que le hagan daño, era como una de esas personas que quieres encerrarlas en una caja de cristal para que nadie las toque.

Spaces between us. •LS• |T.2| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora