Capitulo -30-

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-¿Estabas recordando lo que ese tipo te hizo?. -el rizado estaba furioso, Alessandro ya no existía pero seguía molestando.

-Lo siento, es imp... -lo interrumpió.

-Alessandro me envió una foto de ese momento. -mencionó.

-¿Podríamos dejar eso atrás?. -comentó Louis.

-Si. -murmuró Edward, pero el pequeño sabía que estaba dudando.

-Harry, yo siempre voy a ser tuyo, estuve en Italia pudiendo hacer mi vida de nuevo y, sin embargo, nunca dejé de pensarte, yo había muerto porque tú habías muerto y era todo lo que tenía. -se puso serio -Ni siquiera podía pensar en hacer el amor con otro hombre, aún me dolías. -el rizado lo abrazó, el pequeño se subió en su regazo, ya no aguantaba mas estar lejos de él.

-Espero que jamás vuelvan a alejarme de ti, ya no voy a soportarlo. -le dió un pequeño beso en el cuello.

-Yo tampoco podría soportar que tú no estés más a mi lado. -Edward recordó que podría llegar a tener una enfermedad terminal. Eso iba a destrozar a Louis, y a la vez lo estaba destrozando a él.

-Cambiemos de tema, amor. -acariciaba su espalda deteniéndose en el final del esta -¿Qué te parece organizar un viaje para la semana que viene?. -introdujo sus dedos pulgares dentro del pantalón rozando su piel y apoyando el resto de sus dedos sobre su trasero.

-Me parece perfecto. -contestó y unió sus labios.

Harry introdujo las dos manos en el jogging de Louis, acariciando la suave piel de su trasero.

-¿Qué te parece hacerlo en la sala de cine?. -preguntó el rizado sonriendo pícaro.

-También me parece perfecto. -soltó una pequeña risa sobre los labios de Edward para luego besarlo.

Louis comenzó a mover sus caderas generando fricción con el miembro del rizado, sentía como este se iba despertando debajo de él.

Se separó del beso, se bajó del regazo de su esposo, se arrodilló frente a él y desabrochó su jean para quitárselo, junto con su ropa interior, liberando su miembro. Sin dudarlo se lo llevó a la boca, Harry movía sus caderas embistiendo la cavidad bucal del menor. Soltaba pequeños gemidos mientras disfrutaba del oral que le estaba dando Louis.

Lo detuvo, el pequeño se puso de pie para quitarse el pantalón y la ropa interior. Se sentó a horcajadas sobre el rizado, el mayor introdujo sus dedos dentro de la boca del menor, luego llevó esos dedos a su entrada para lubricar.

Lo tomó por la cintura para acomodar su miembro contra su entrada y así penetrarlo lentamente. El menor cerraba sus ojos absorbiendo el placer y el dolor que sentía al mismo tiempo. Cuando por fin entró todo se quedaron unos segundos mientras se acostumbraba. El rizado le quitó su camiseta, acariciaba su torso y su espalda desnuda, disfrutando cada parte como si fuese la última vez.

Comenzó a moverse sobre él, mientras que Harry besaba su cuello y sus clavículas, lo tenía agarrado por la cintura mientras dirigía sus movimientos.

Se levantó del asiento con Louis encima, quien enredó sus piernas al rededor de las caderas del mayor. Apoyó su espalda sobre el final del respaldo del asiento de enfrente, lo sostenía por las caderas mientras que Louis lo abrazaba, comenzó a embestirlo con más intensidad, sintiendo que estaba por llegar al clímax.

-Perché sei così avvincente? (¿Por qué eres tan adictivo?.). -soltó una frase en italiano a la que Louis no pudo prestar tanta atención como para saber de qué se trataba.

Minutos más tarde ambos llegaban juntos al orgasmo. Edward volvió a sentarse con Louis en su regazo y sin salir de su interior. Respiraban agitados, sobre todo el rizado quien parecía más cansado de lo normal.

Spaces between us. •LS• |T.2| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora