Capitulo -21-

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—¿Qué es eso?. —preguntó ansioso.

—Tus documentos, Massimo. —el pequeño lo miró atento.

—¿Massimo?. —tomó los papeles, su documento, su acta de nacimiento, su acta de matrimonio.

—¿Tienes alguna pregunta?. —preguntó atento, el pequeño se estaba creyendo todo.

—¿Por qué no recuerdo nada de esto?. —Alessandro aclaró su garganta.

—Porque hace unos días cuando volvimos de la luna de miel tuvimos un accidente en el auto. —dijo con un tono de tristeza —Bueno, yo creo que no fue un accidente y es que me he metido con gente muy pesada. —Louis lo miraba atento —Así que, yo sé que esto debe ser estresante y que no me recuerdas pero hasta que no sepa si lo que pasó fue un accidente tú no debes salir de casa. —terminó de hablar para ver la reacción de Louis.

—Estoy tan... confundido. —respondió —Pero supongo que no me queda más remedio que creerte... —aclaró su garganta buscando las palabras correctas —Amor... —a Alessandro casi se le desboca el corazón con tan sólo una palabra. Hubiese matado porque Louis le dijese amor.

—Me haces tan feliz, pequeño. —al menor le resonó esa palabra en su cabeza como un dejavú "pequeño" parecía que la hubiese escuchado tantas veces.

—¿Siempre me llamaste pequeño?. —preguntó, Alessandro se alarmó —Es que siento como si hubiese escuchado esa palabra muchas veces. —soltó una risa nerviosa —Lo siento, de verdad quiero recordarte, pareces una buena persona. —le dedicó una sonrisa.

—Yo siempre te decía pequeño rebelde. —respondió recordando las conversaciones con Edward —Nuestra relación estuvo llena de amor siempre, desde que nos conocimos en mi club. —Louis ladeó la cabeza.

—¿Club? ¿Me gustaba salir a bailar?. —preguntó intrigado.

—Si, nos conocimos en la barra de un club. —recordó como se conocieron realmente.

Se acercó a la barra para pedir tragos, mientras que las chicas fueron a buscar un lugar libre.

—Dime que vienes sólo. —le habló un chico rubio y alto al oído.

—Vengo con amigas. —le dió la espalda.

Había olvidado lo que era que otro chico se le acerque puesto a qué Harry imponía demasiado respeto como para que se acerquen a hablarle.

—Déjame pagarles sus tragos, también tengo un par de amigos para ellas. —Louis se dió vuelta mirándolo a los ojos, le sacaba como dos cabezas de altura, era fornido, con el pelo rubio y algo largo.

—Déjame mandarte a la mierda. —gruñó, antes de que pudiera pagar los tragos el chico se adelantó haciéndole una seña al barman.

—Vamos, dame una oportunidad.

—¿Crees que con pagarme el trago vas a llevarme a la cama?. Valgo mucho más que eso, mi amor. —le tiró un beso en el aire y se alejó con sus tragos.

—Me ignoraste como nadie. —ambos rieron —Pero luego supe ganar tu amor. —añadió, Louis sonrió tímido. El chico le parecía un amor.

—Debí haber estado mal como para ignorarte. —estaba coqueteando con el rubio. Porque realmente le parecía sexy.

Alessandro sólo reía sin saber qué decir.

—¿Sabes? En la tarde vendrá nuestra ama de llaves de toda la vida. —comentó —Ella te atenderá mientras yo intento averiguar qué pasó. —añadió.

Spaces between us. •LS• |T.2| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora