Capitulo -8-

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Horas más tarde Harry fué en busca de su pequeño, tenía todo preparado para un súper almuerzo especial, acompañado de una gran propuesta.

—¿A dónde iremos?. —preguntó Louis observando todo el camino.

Habían viajado en un avión privado y ahora conducían por las rutas de Inglaterra.

—Cuando yo te diga te pondrás está venda en los ojos. —respondió Harry.

—Okey. —iba a confiar en su rizado, su sueño de todas las noches estaba cumplido y no iba a arruinarlo.

Iban en el Roll Royce nuevo del rizado, ya que el anterior había quedado arruinado bajo las marcas de las balas.

—Irémos por la M cuarenta, luego por la M seis y terminaremos en la M cincuenta y seis. —Harry rompió el silencio hablando por teléfono.

—Bien, señor, anotado, hay un helicóptero en la M seis que los seguirá hasta la M cincuenta y seis. El auto del señor Tomlinson ya está allí y está todo listo. —respondió el hombre y el rizado colgó.

Louis quedó intrigado, trataba de recordar las rutas, nada indicaba que se dirigían a Doncaster.

Luego de unas horas Harry le ordenó que le colocara la venda en los ojos, lo oía hablar por teléfono, detuvo su auto un momento, escuchó más voces y luego volvió a moverse el auto. Frenó en el estacionamiento y bajó para poder conducir a Louis.

Caminaron por un largo camino, estaba decorado con flores, realmente habían hecho un buen trabajo de paisajismo. Llegaron a un pequeño lago artificial, habían ranas dentro y tenía nenúfares arriba. Habían preparado todo un día de picnic para ellos. Una de las chicas que trabajaba en el lugar terminaba de arreglar todo, Harry lo ayudó al pequeño a sentarse sobre el pasto y se acostó a un costado apoyando su cabeza en las piernas del menor.

—Ya puedes quitarte la venda. —anunció Edward, Louis ya quería ver dónde estaban.

Al quitarse la venda observó el lago y toda la comida sobre una manta, era todo más que perfecto.

—Te había visto almorzar con Liam en el césped y tenía ganas de hacer lo mismo. —sonrió, Louis acarició sus rulos, su cabello estaba largo y aún así le quedaba jodidamente sexy.

—Eres el ser humano más perfecto que existe. —comentó —Y por alguna extraña razón estás enamorado de mi.

—Y tu eres como un ángel... —sonrió al recordar la escena contada por Zayn —Excepto cuando te pones en plan novio de un mafioso, —rió y Louis le dió un pequeño golpecito en su brazo —y ahí es cuando me pregunto ¿Cómo puede ser que ese chico con esa altura sea tan malvado?. —soltó una carcajada.

—¡Harry!. —gruñó, aunque le divertía.

—Es broma, en realidad pensé en lo sexy que te verías imponiendo respeto. —alzó una ceja —Y lamento cada vez que te hice sufrir. —se puso serio.

—Yo también, cuando me contaron que estuviste al borde de morir me sentí tan culpable. —comentó.

—Pero fue todo culpa de Anne. —lo excusó.

—Lo sé, pero yo no averigüé más, debí haber... —lo interrumpió.

—Hoy no es un día para hablar de eso, que se jodan todos. —le acarició su mejilla —Hoy... —se levantó del piso y se sentó en la gran manta que estaba a un metro de ellos —Hoy va a ser un día muy especial, y está lleno de sorpresas para ti. —Louis ladeó su cabeza, estaba intrigado.

—¿Más sorpresas?. —sonrió.

—Si, primero... Espera. —hizo algo en su teléfono y se acercó una chica con una caja decorada con rayas y triángulos —Este es el primer regalo, ya que no pude estar para tu cumpleaños. —comentó, estiró la caja hacia su pequeño y él la tomo en sus manos —Abre pronto esa caja, antes de que despierte. —ambos sonrieron, finalmente abrió su regalo.

Spaces between us. •LS• |T.2| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora