Capitulo -27-

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-Amor, sólo iré a firmar algunos papeles y volveré, no necesito que nadie me acompañe. -dijo Louis acomodando su camisa.

Eran las cuatro de la tarde del veintinueve, a las diez tenían un vuelo hacia Nueva York. Louis sólo tenía que ir al club a firmar unos cheques y volver, por lo cual se negaba a llevar compañía.

-Maldita sea, está bien. Pero lleva a alguien contigo en el jet. -ordenó Vitale.

-Bien, nos vemos en dos horas, bebé. -lo abrazó por el cuello y lo besó.

Ya en Londres, Louis tomó un taxi hacia el club.

-¡Louis! ¿No te ibas de luna de miel?. -lo recibió Angelo.

-Tengo que firmar sus cheques, no podría irme dejándolos sin sueldo. -sonrió.

-Espero que lo pases de maravilla, te lo mereces. -lo abrazó.

-Muchas gracias. -terminó de firmar los papeles y se los entregó -Te encargo que se los entregues a cada uno. -el más alto los tomó entre sus manos.

-Cuídate. -le dió un beso en la mejilla, Louis finalmente se retiró.

Se quedó afuera esperando el taxi, mientras conversaba con Angelo, se encendió un cigarrillo y maldijo cuando vió el taxi llegaba.

-¿Estás seguro que es tu taxi? Viene otro hombre dentro. -dijo Angelo, ambos miraron para el taxi y fue ahí cuando los dos hombres bajaron apresuradamente.

-¿Qué está... -no le dieron tiempo a Louis de hablar porque le pusieron una bolsa en la cabeza y lo arrojaron dentro del auto.

-¿Recordaste algo?. -preguntó Marie cuando notó que el pequeño había despertado.

-El momento de mi secuestro, luego no pude recordar nada sobre ese chico de la voz grave. Sólo algo sobre una luna de miel y que trabajaba en un club. -respondió Louis, estaba algo frustrado por no poder recordar más.

-Ella lo dijo, Louis, debes tener paciencia. -dijo al notar el tono de decepción con el que había hablado el pequeño.

-Lo sé, pero llevo tanto tiempo queriendo recordar que ya quiero que vengan todos mis recuerdos de una vez. -soltó una risa nerviosa, queriendo quitarle seriedad al tema.

-Lo sé, lo sé. -le echó una mirada rápida -¿Quieres almorzar algo?. -preguntó tratando de cambiar el tema.

La clase concluyó y mientras todos se levantaban de sus asientos yo me quedé mirando a Harry esperando a que se apiadara de mi alma.

-Suerte. -susurró Anne.

-La va a necesitar. -comentó Harry, con otra de sus sonrisas.

Anne finalmente se retiró y nos quedamos a solas, yo me removí incómodo en el asiento, el silencio inundó el salón, él parecía estar disfrutando de mi incomodidad, se quedó sentado en su escritorio hasta que finalmente habló.

-¿Quieres ganarte ese diez, Louis?.

-¿Cómo? -pregunté, por mi mente pasaron imágenes eróticas pero las borré de inmediato.

-Vas a tener que pensar en algo, eso si no quieres pasar cuatro horas los martes aquí adentro conmigo... -hizo una pausar para sentarse en la silla que yacía frente a mi escritorio -Hasta que el año concluya. -me miró ladeando un poco la cabeza, viendo mi reacción -Eso si es que después de todo apruebas. -sonrió.

Yo me levanté del asiento, rodeé el escritorio y me situé frente a él quien me miraba algo confundido, me arrodillé, lo miré a los ojos y cuando mis manos estaban por tocar la hebilla de su pantalón me sujetó las manos, se acercó a un centímetro de mi rostro y me dijo.

Spaces between us. •LS• |T.2| (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora