1° ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ ʟᴀ ᴛʀɪʟᴏɢɪᴀ ꜱᴀɴɢᴜɪɴᴇᴍ ʜÆʀᴇᴅɪᴛᴀᴛᴇᴍ
• 𝑵𝒐 𝒍𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒆𝒔, 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒕𝒖𝒔 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒆𝒂𝒏 𝒔𝒊𝒏 𝒓𝒆𝒎𝒐𝒓𝒅𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 •
Mamá me dijo esas palabras a una edad que era imposible que entendiera el signific...
Si mis palabras causaron algo en ella no tengo idea de qué es. Por el lado de ella, su silencio me jodía la paciencia. Solté un gruñido cuando vi cómo se subía a su caballo. Insistía en comportarse como una idiota. Miré al pastor Nick con indiferencia. Ese hombre me daba asco. La suciedad moral es la peor que puede existir. Está dentro de estas murallas, cubriendolos con un polvo negro difícil de quitar. Este polvo penetra todo y todo lo devasta con una fuerza terrible.
La carreta avanzó y miré el camino de regreso a Trost. Shadia agarraba, con más fuerza de la normal, las riendas. Se veía molesta. Ignoraba por qué estaba de ese modo. No podía permitir que se comportara de esa forma frente a mis subordinados. Ella podía tener demasiada confianza con ellos, pero yo no. Llegamos a Trost más rápido de lo que esperaba. Bajé y esperé a que Nick fuera escoltado a su habitación por dos soldados que elegí. Un soldado se me acercó, Erwin me llamó de emergencia.
—Esto es una mierda, una gran y asquerosa mierda—dije cruzándome de brazos y recostando mi espalda en el respaldar de la silla. La oficina de Erwin permaneció en silencio.
—Te encargó que informes a Shadia—dijo Erwin mirando por la ventana—. En este momento hay mucho que coordinar. Estamos contra el tiempo y no puedo estar a su lado aunque quisiera.
—Es solo información sobre nuestra situación. Nada fuera de lo normal.
—Tú has visto a Shadia—me miró, su rostro estaba tenso pero su mirada era de preocupación. Shadia tenía ese efecto en él—. Las últimas muertes la afectaron demasiado. Siempre agradeceré el apoyo que le otorgaste a Shadia en esos momentos. Fue lo que necesitaba en ese momento. Sé que harás un excelente trabajo informando.
—Entendido, Erwin. Haré eso ahora. —Me paré y me dirigí hacia la puerta.
—Gracias por tu cooperación.
Me detuve agarrando el pomo de la puerta.
—Solo sigo órdenes.
No tardé mucho en encontrarla. Era demasiado predecible. Erwin estaba ocupado, Hange en la misión y Mike...Mike no estaba aquí.
Estaba con su caballo al que llamó Loki, como el personaje de un libro que leyó. La vi sentada al lado de Loki, lo acariciaba mientras el caballo solo relinchaba, solo podía ver su espalda y cómo su cabello la cubría. Abrí mis labios para hablarle pero los cerré de inmediato cuando su voz llenó el ambiente, como la última vez que la atrapé hablando con Loki.
—El idiota me alejo. No entiendo, tú tampoco puedes entender porque eres un caballo y no un humano. No soy estúpida por hablar contigo. Él sí lo es. La verdad, Loki, no quiero perder tanto tiempo preguntándome qué hacer. Tibios de mierda.
