Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 27 ※ Dᴇꜱᴅᴇ ᴍɪ ᴘɪᴇʟ

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Escuché como la puerta se abría lentamente

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Escuché como la puerta se abría lentamente. Una mirada gélida recorrió la cocina, los chicos se formaron en una línea y se mantuvieron en silencio. Levi observó la cocina, sí, se habían cumplido dos horas y no parecía contento.

—¿Qué mierda se supone que hicieron dos horas? ¿Limpiar con sus dedos?—dijo mirando las hornillas. Su mirada se suavizó cuando me vio, casi pude escuchar un suspiro proveniente de uno de los chicos. Entonces algo cruzó por mi mente en esos segundos que parecieron eternos.

Sᴏᴍᴏs ᴜɴᴀ ᴄᴀsᴜᴀʟɪᴅᴀᴅ, ʟʟᴇɴᴀ ᴅᴇ ɪɴᴛᴇɴᴄɪᴏ́ɴ.

Mis pies querían moverse y acercarse a él pero mi cordura me mantuvo en mi sitio, solo sonriéndole y pensando en cuánto quería a ese hombre.

—Si creen que porque ella está aquí, cambiaré mis castigos, están jodidamente equivocados.

Vale, ahora sí están en graves problemas.

—Doctora Veenstra—dijo un soldado entrando a la cocina, nos dio el saludo típico de la legión—. El comandante Erwin la solicita en su oficina.

—Gracias por el mensaje, te puedes retirar. —Le sonreí y el soldado se fue. Miré a Levi y noté como su mirada, antes severa hacia los chicos, se suavizaba al cruzarse con mis orbes azules verdosos—. No seas tan duro con ellos, por favor.

—No hagas esperar a Erwin. —Desvió la mirada y vi cómo se oscurecía mirando a los jóvenes asustadizos—. Ustedes no se moverán de aquí hasta que esté limpio.

Conteniendo mis ganas de darle un beso en la mejilla, al menos, salí de la cocina. Me preguntaba para qué me necesitaba mi amigo, hablar a solas podía implicar una charla irrelevante o algo que tenga que ver con el trabajo.

Acepté y devolví los saludos de los soldados que me veían. Irradiaba alegría, más que otros días, y todo se debía al hombre con problemas para manejar su ira que se encontraba sermoneando a los chicos, muy posiblemente golpeándolos. Reí ante la imagen que acababa de crear en mi mente.

Giré la perilla de la puerta de la oficina de Erwin después de recibir autorización para entrar. Su semblante serio me asustó. Algo no andaba bien.

—Siéntate, por favor.

Su tono me terminaba de confirmar lo que pensaba. ¿Qué había ocurrido ahora?

𝓛𝓮𝓿𝓲

Cuando por fin acabaron de limpiar deje que se vayan. No necesitaba soportar sus expresiones de cansancio más de lo necesario. Dudaba que Shadia siga en la oficina de Erwin pero, de igual forma, fui a ese punto del cuartel.

Quería verla y que soportara mi mal humor. Ella había ocasionado esto, le recordaría lo mal que me ponía una resaca para que no vuelva a convencerme de tomar tanto. No me emborracho con facilidad, pero cuando se trata de más de cinco botellas de whiskey es complicado.

A Cʜᴏɪᴄᴇ Wɪᴛʜ Nᴏ Rᴇɢʀᴇᴛs ✥ Lᴇᴠɪ AᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora