1° ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ ʟᴀ ᴛʀɪʟᴏɢɪᴀ ꜱᴀɴɢᴜɪɴᴇᴍ ʜÆʀᴇᴅɪᴛᴀᴛᴇᴍ
• 𝑵𝒐 𝒍𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒆𝒔, 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒕𝒖𝒔 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒆𝒂𝒏 𝒔𝒊𝒏 𝒓𝒆𝒎𝒐𝒓𝒅𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 •
Mamá me dijo esas palabras a una edad que era imposible que entendiera el signific...
Este capitulo va dedicado a tres personitas que me han hecho reír- y llorar-con sus comentarios: SpriteDe_Fresa, cariño, gracias por comentar en todos los capitulos y por tu inmeso apoyo, lof yu. SweetButPsycho2002, ¡la primera que entendio referencias de Hamilton en el fic! Te amo:). Anna_HaRa, gracias a ti tengo nuevas ideas para el fic, un enorme abrazo para ti. ¡Espero disfruten el capitulo!
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⌞𝓢𝓱𝓪𝓭𝓲𝓪⌝
Acomode los papeles sobre la mesa de la oficina improvisada. Habían separado esta habitación para esto. De ese modo podía avanzar sin ningún problema. Miré a Ana, estaba concentrada mirando unas estadísticas. Aunque no hablábamos mucho en el hospital, ahora la puedo conocer mejor. Su sonrisa es genuina, se ve cansada pero aún tiene muy buen humor, lo cual es raro de ver.
—Shadia, ¿te parece si continuamos más tarde?—La voz de Ethan sonó detrás de mí. Lo miré y luego su reloj, era tarde. Mierda.
—Buena idea, descansen, chicos—dije parandome.
—Oh, estuve pensando en eso desde hace rato pero se veían tan concentrados que no quise proponerlo—dijo Ana pasando una mano por su cabello rubio, lo traía muy largo, casi a la altura de su cadera.
—La próxima vez, hazlo. Buenas noches. —Después de decir eso con una sonrisa, salí de la habitación casi arrastrando los pies.
Tenía sueño, solo quería llegar y acurrucarme en el pecho de Levi. Abrí la puerta de mi habitación y lo vi sentado, leyendo un libro. Alzó la mirada cuando cerré la puerta.
—¿Terminaron?—preguntó cerrando el libro.
—No, solo dimos una pausa, continuaremos en unas horas. —Me subí a la cama y le quité el libro. Me senté a horcajadas sobre él y lo abracé—. Tengo sueño.
—Entonces, duerme.
—Eso intento, pero si no te callas no lo lograré. —Acomode mi cabeza en su hombro hasta que mi nariz chocó con su cuello.
—Así no dormirás cómoda.
—A tu lado siempre estoy cómoda, ahora cállate.
Apagó la vela y sentí que sus brazos me rodearon, lo hizo despacio, aún temeroso de sus pasos.
—Es solo una investigación más. —Dio en el clavo, joder—. No es como la Hib.
—¿Y si lo es? ¿Si cuando menos lo esperamos, se agrava y no estoy cerca para arreglarlo? No quiero pasar de nuevo por eso—mi voz no temblaba, pero por dentro me estaba desmoronando. Había salido victoriosa la última vez, pese a eso, aún tenía miedo.
