Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.
Arco II
Capítulo 22: Plan (Parte III)
Tras recibir el cuervo de Itachi, Obito supo que debía empezar a movilizarse. Lo primero fue adentrarse junto a sus subordinadas a la dimensión del kamui, todo iba a ser mucho más complicado, pero los que realmente eran una amenaza ahora debían estar lo bastante ocupados. Su única preocupación ahora era que el equipo Sasori hubiese perecido.
—Escúchenme bien, pase lo que pase, deben obedecer todas y cada una de mis órdenes, las traje porque confío plenamente en sus habilidades —comenzó a decir, mirando a todas las kunoichis presentes con total seriedad—. Si algo sale mal, si algo de esto las pone en peligro yo asumiré la responsabilidad.
Las palabras del Uchiha tenían algo confundida a todas, especialmente a Rin. Ni ella sabía que era lo que él planeaba, pero la presencia de aquel cuervo posado en su brazo le tenía bastante intrigada como atemorizada. Estaba segura que ese cuervo no pertenecía a Shisui, la reacción de los perros de Hana ante su olor solo le hacía pensar una cosa.
—¿Cuándo nos dirás que es lo que piensas hacer exactamente? —Cuestionó la Inuzuka con su ceño ligeramente fruncido. Reconocía aquel aroma bien, no había podido olvidar el olor de Itachi Uchiha y ese cuervo olía como él, pero también lo hacía igual que Shisui, muy vagamente.
—Deben confiar en mí, les prometo que todo esto tiene una explicación. Deben mantenerse lo más tranquilas posibles —insistió tratando de mostrarse calmado. El cuervo emitió un graznido que llamó la atención de todos, debían empezar a moverse—. Hana, vendrás conmigo.
Absorbió a la castaña junto con sus perros, harían su primera parada. No tardaron en aparecer dentro de una cueva, una de las tantas bases de Tsuki no Me. Aquellas figuras de sí mismo más las explicaciones de Itachi le habían hecho saber cómo llegar.
—¿Puedes oler algo? —Cuestionó en voz baja, no podía asegurar que no hubiera nadie allí. Inuzuka asintió y se ocupó en percibir algo, no parecía haber nadie más que ellos, pero pronto notó que estaba equivocada.
—Percibo algo... es muy débil —murmuró ella. Había algo familiar en ese aroma, estaba segura que lo conocía.
—Síguelo.
Seguirlo no fue tan complicado, aquel lugar en realidad no era muy grande, pero al recorrerlo solo parecía estar vacío, incluso el aroma los llevaba a una pared sin salida. La castaña acercó su oreja a esta mientras sus perros seguían olfateando, definitivamente había algo más al otro lado. Haciendo uso de su colmillo rotatorio, Hana destruyó la pared para encontrarse con otro cuarto, un que era una especie de calabozo.
El aroma que indicaba la presencia de alguien se hizo más fuerte y tras avanzar los suficiente pudieron dar con el único prisionero entre ese montón de celdas. La Inuzuka se acercó a ver a la prisionera: tenía la cabeza gacha y su largo cabello marrón caía sobre parte de su rostro, su ropa se veía bastante vieja y sucia. Romper la reja no fue difícil, la chuunin necesitaba confirmar con sus ojos lo que su nariz le indicaba.
—¿I-Izumi...? —Apenas pudo decir con voz trémula, no podía creer que de verdad fuera su amiga, aquella que creía muerta hace años—¿Cómo...? No puede ser...
—Sí, está bajo un genjutsu y restringen su sharingan con un sello —respondió acercándose a la muchacha para quitarle el sello de los ojos—. La tenían como rehén en contra de Itachi: liberar.
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Una nueva oportunidad
RandomPoco antes de su muerte, Obito es capaz de cambiar la realidad y alterar el tiempo. Al sobre escribir la historia, las memorias de la vida que nunca sucedió parecen eliminarse de su mente y una nueva y mejor vida parece esperarle. Pero ¿y si la verd...