Capítulo 31: Reconocimientos

321 31 13
                                    


Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.

Arco III

Capítulo 31: Reconocimientos

A la mente de Rin llegaron recuerdos que consideraba horribles, recuerdos que le dejaron inmóvil a pesar del peligro que corrían. Sintió tan real aquel momento en el que creyó que Obito estaba destinado a morir debajo de aquella roca. Naruto sujetó su muñeca para jalarla con fuerza y así poder empujarle fuera de la cueva que se desplomaba.

Apenas pudo reaccionar al caer contra el suelo, levantando la mirada hacia la cueva sellada y luego hacia el rubio que yacía tirado en el suelo, su pie siendo aplastado por algunas rocas más pequeñas que por suerte no fue difícil remover.

—Está dislocado —dijo el ninja médico mientras revisaba su pie, más al notar la mueca de dolor que hizo el muchacho al moverlo—. Voy a tratar de acomodarlo ¿está bien? Va a doler mucho.

—Está bien, puedo aguantarlo, solo avísame cuando ¡Ah! ¡Duele, duele, duele! —el Uzumaki dio un grito algo exagerado y luego lloriqueó un poco tras que su pie fuera devuelto a su postura, al menos Rin no tardó mucho en aplicarle su ninjutsu médico.

—Lo siento, siempre es mejor así —sonrió ligeramente, aunque pronto bajó su mirada hacia el pie contrario—. Lo siento mucho, yo me paralicé y eso nos pudo costar la vida...

—Kakashi-sensei una vez nos contó lo que le pasó a Obito nii-chan en la última guerra —comentó el muchacho mientras dejaba atender—, debe ser un recuerdo horrible, pero ya pasó, todo estará bien.

Rin miró un tanto sorprendía al rubio, al menos le parecía increíble que había madurado tanto. Asintió con la cabeza y luego le ayudó a ponerse de pie para que pudieran caminar de regreso, un proceso algo lento ya que ambos estaban exhaustos y Naruto aún sentía dolor al caminar lo que le llevaba a cojear en el proceso.

...

En el camino a la aldea se encontraron a parte del grupo de investigación, los cuales habían sido frenados por uno de los clones de Katsuyu en su búsqueda del Ichigo Uchiha real, al final habían comprendido que todos los cuerpos que manipulaba eran una especie de clones defectuosos de sí mismo que controlaba mediante aquellas barras de metal y el rinnegan.

Ella también les explicó a todos que hizo todo a su alcance por proteger a todos en la aldea, que gracias a Tsunade las bajas habían sido bastante reducidas, pero no significaba que no las hubiera. Al final siempre habría sacrificios, siempre habría muertes, todo debido a ese ciclo de odio que existía. Naruto no podía evitar reflexionar sobre ello, sobre lo que prometió a su maestro, a su padre, sabía que tenía mucho que resolver, pero también sabía que no estaba solo.

—Naruto, Rin —Kakashi apareció ante ellos apoyado de Gai, cuyo equipo había llegado recientemente de una misión y encontraron toda la destrucción dejada por la batalla—, qué alivio que estén bien los dos. —Se apartó del especialista en taijutsu solo para acercarse y abrazar a su amiga y estudiante, sentía mucho alivio de verlos bien.

—Naruto estuvo increíble —aseguró la castaña con una amplia sonrisa, haciendo sentir algo abochornado al rubio a la par que correspondía el abrazo—; me alegra que tú estés bien, lamento haberte dejado así.

—Rin nee-chan también es asombrosa, de verás —respondió igual de sonriente, algo sorprendido por la muestra de cariño de su maestro.

Kakashi no pudo evitar sentir un gran orgullo por su estudiante, por lo mucho que había crecido y mejorado, lo suficiente como para acabar con tal amenaza casi por sí solo. También admiraba mucho a Rin, quizás él y Obito la habían sobreprotegido demasiado, ella también era un ninja impresionante y no necesitaba que la cuidaran tanto.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora