Una nueva oportunidad

Capítulo 27: Destrucción

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.

Arco II

Capítulo 27: Destrucción

Monte Myoboku

Llevaba días bajo un entrenamiento riguroso, debía hacer todo a su alcance para poder dominar el modo sabio, tal como su maestro lo había hecho. Era muy difícil, requería demasiada concentración para que todo marchara bien, pero no pensaba rendirse, no lo haría. En uno de sus descansos, después de comer la espantosa comida de insectos que Ma le servía, pasó a visitarlo.

Jiraiya llevaba en coma un tiempo, al menos desde su pelea contra el nuevo portador del rinnegan del mismo modo que Itachi lo estaba tras su batalla con Sasuke. La medicina de los sapos era especial, no era la más avanzada de todas, pero lograban mantener al hombre con vida y lo mejor era mantenerle allí, moverlo podría ser perjudicial.

—Naruto ¿terminó tu entrenamiento de hoy? —Recibió aquella pregunta tras ir a ver como seguía su maestro. Sonrió ligeramente a la mujer de cabellos azulinos, ella estaba aún llena de muchas vendas y todavía debía descansar, seguía sin reponerse de un todo.

—Estoy tomando un descanso, seguiré más tarde Konan nee-chan —respondió en lo que tomaba asiento—¿Tú cómo te sientes?

—Estoy mucho mejor, gracias por preguntar —respondió con una suave sonrisa—. Quisiera que Jiraiya-sensei despertara pronto, para que viera cuanto has progresado, estaría impresionado y orgulloso.

—Yo también quiero que reaccione pronto.

Fue inevitable que ambos tuvieran una expresión algo triste, más esta se desvaneció cuando Fukasaku apareció en la sala. Tenía algunas cosas más que explicarle a Naruto mientras su esposa se dedicaba a limpiar nuevamente las heridas de la kunoichi, así como a cambiar sus vendajes.

...

En teoría todos los cuerpos estaban listos para su siguiente movimiento, ya se habían recompuesto de su último combate con el jinchuuriki del bijuu de seis colas y había conseguido un reemplazo para el que perdió. Ahora debía mentalizarse para lo que sería su siguiente y, muy probablemente, ultimo combate. Tendría que partir pronto a Konoha, debía encontrar a sus dos jinchuurikis, aunque por lo que Zetsu le explicó, lo más probable era que fallara.

Pasó una de sus manos por sus ojos, ya estaba mucho más adecuado a ellos, al rinnegan, al menos en aquel duro combate donde capturó al ninja de la niebla no sufrió el mismo espasmo doloroso. Quería creer que había logrado asesinar al sanin de los sapos y a su estudiante, si no lo había hecho entonces sus planes se verían en riesgo.

—Sabíamos que Sasuke fallaría, pero la intromisión de Obito y la pérdida de Kisame nos deja todo más complicado —escuchó decir a su gemela, aunque no se molestó en mirarla.

—¿Todo esto valdrá realmente la pena? —Cuestionó, sin embargo, procuró que no se percibiera la duda en su voz—¿Todo esto saldrá como lo esperamos?

—Muchas cosas se nos han ido de las manos, pero si es como Zetsu-san nos explicó, esto tendría que salir bien, aplastaremos Konoha y obtendremos a los dos jinchuurikis.

Su hermana parecía demasiado segura de que las cosas marcharían como querían, más a él no le gustaba. Ichigo estaba consciente de que su muerte se aproximaba, esta sería la última vez que su cuerpo podría resistir el poder de los seis caminos. Era su destino, siempre fue así, todo para lograr su cometido, la razón por la que existían: la cuarta gran guerra mundial shinobi.