Capítulo 28: Dolor

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.

Arco II

Capítulo 28: Dolor

Los dos hermanos observaban como los miembros del clan Kaguya luchaban a muerte con los miembros de la que se suponía su propia aldea. No era la primera vez que presenciaban algo como eso, incluso ya habían visto como masacraban a miembros de clanes poderosos por el temor que les tenían. Era ridículo.

—Este es el mundo ninja, observen bien, esto es lo que debe acabar, lo que deben cambiar. Madara quería un mundo donde esto no continuara pasando y ustedes pueden lograrlo.

Zetsu se mantenía al lado del par de gemelos, aun contemplando la matanza sin sentido que se daba. Definitivamente el mundo tenía que cambiar y el plan de su ancestro era la única manera.

—Debemos cambiar todo, sé que podremos hacerlo, Ichigo —dijo su hermana mientras sujetaba su mano con fuerza—. Este mundo debe cambiar...

Era curioso como aquella memoria había llegado a su mente, era de las pocas que conservaba de su adolescencia ya que de su infancia no tenía ninguna. Mantuvo sus ojos cerrados unos segundos antes de volver a abrirlos y fijarse en los oponentes que tenía frente a sí. El ninja copia y un par del clan Akimichi, ya habían arruinado uno de los cuerpos que usaba como caminos, pero no tenía por qué perder la calma.

...

Monte Myoboku

Naruto había logrado resolver el problema que el Kyuubi le generaba a él y el viejo Fukasaku. Al menos ahora se sentía más seguro y preparado con respecto al modo sabio. Se había superado bastante y aquello le llenaba de orgullo, creía firmemente que podría ser capaz de cualquier cosa, de proteger a sus seres queridos, a su aldea y de recuperar a su amigo.

—¡Naruto, Fukasaku-sama! —Konan llegó a la zona de entrenamiento, sorprendiendo bastante a ambos ya que ella aún no estaba en condiciones de moverse tanto y parecía que había corrido hasta allí.

—Nee-chan no debiste venir aquí así —dijo el muchacho, apresurándose a ir con la mujer para sostenerla.

—Es Jiraiya-sensei, está despierto.

El rubio se apresuró a regresar a la casa de los sapos ancianos, no podía creer que su maestro realmente había despertado. Entró de prisa a la habitación donde este reposaba, ansiaba decirle tantas cosas, sentía incluso que lloraría de la emoción, aquel viejo pervertido sí que le había hecho preocuparse.

—¡Ero-sennin! —Exclamó al entrar. La sonrisa de Naruto se borró poco a poco al ver a su maestro, ciertamente estaba despierto, pero no se veía nada bien. Respiraba con dificultad y parecía que no podía moverse.

—Naruto... —habló pesadamente, apenas pasando su atención al Uzumaki.

—Ero-sennin nos tenías muy preocupados —murmuró con la voz algo temblorosa, acercándose para tomar asiento a su lado—, pero ahora que despertaste, podremos llevarte al hospital de la aldea.

—Me dijo Konan que estás aprendiendo el modo sabio —sonrió ligeramente, no podía evitar sentirse muy orgulloso de él—. Hay muchas cosas que quisiera decirte, te has convertido en un ninja excepcional, estoy seguro que serás un Hokage como ningún otro...

—Y me verás convertirme en uno, ahora ya no hables, debes dormir.

Naruto sentía su rostro tembloroso, le costaba mantener su sonrisa y sus ojos se humedecían. Tenía la misma sensación en el pecho que cuando creyó muerto a su maestro, era horrible y doloroso, no le gustaba.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora