Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.
Arco II
Capítulo 19: Promesas
Escuchar de Naruto que había visto al Sanbi en aquel lago dejó a Kakashi paralizado. No era posible, simplemente no lo era y al mismo tiempo tenía mucho sentido. Si Orochimaru planeaba tomar el control del biju dentro de Rin usando a aquel chico, no cabía duda de que la vida de la castaña estaba en peligro. No creía que fuera una coincidencia que ellos supieran que estaría ahí, el único modo de saber que hacían Nohara ahí era buscando a quien estuviera acompañándola en esa misión.
—Kakashi-senpai —la voz de Yamato consiguió traerle de vuelta, pero no significaba que se sintiera más tranquilo, en realidad no recordaba la última vez que se había alterado de aquella manera—. Entiendo lo que pasa por su mente ahora, pero debe mantenerse enfocado...
—Esto complica aún más las cosas, debemos detenerlos antes de que puedan separar al biju de Rin...
—¿Rin nee-chan? —Repitió el rubio confundido, mirando a su maestro en espera de una explicación que realmente no necesitó—¿El Sanbi es el biju dentro de Rin nee-chan? ¿Pero cómo es posible que alguien más pueda controlar al biju de otro jinchuuriki? ¿Cómo sabían que ella estaría cerca de...?
—Cálmate Naruto, no tengo todas las piezas para saber exactamente qué sucede —le interrumpió al notar que el chico solo se estaba alterando más y más—. Lo que sí sé es que no debe estar sola, debió venir con alguien más, esa persona debe estar cerca, aunque rastrearla con esta niebla será complicado. —Suspiró con pesadez antes de tratar de mirar hacia el lago, pero aquella densa niebla se lo impedía—Espera un poco Rin, voy a salvarte cueste lo que cueste...
...
Saber que el tres colas producía aquella espesa niebla combinada con chakra para protegerse llegó a producirle un cierto alivio al ninja copia, al menos de esa manera sería difícil acercársele al enemigo, lo que le daba suficiente tiempo en lo que recibía una respuesta por parte de la Hokage. Hinata y Sai también habían sido capaces de encontrar a Hana y sus perros, quienes se vieron arrastrados por la turbulencia en el lago producto de la batalla con el Sanbi. Ella les explicó acerca de su misión de investigación y como se había dado todo, pero sin ordenes lo único que podían hacer era vigilar en lo que Yamato preparaba un refugio de madera para todos.
—¿Qué le parece, senpai? —Cuestionó el hombre de cabello castaño cuando terminó su construcción.
—Está bien...—murmuró apenas audible, claro que de inmediato el otro jounin comprendió que estaba completamente perdido en sus pensamientos, lo suficiente como para no haber cambiado la página de su libro.
—Está pensando en Rin-san, ¿cierto? —La pregunta o más bien la mención de ese nombre consiguió captar su atención—Nunca había escuchado de alguien que pudiera controlar a un biju dentro de un jinchuuriki o al menos desestabilizarlo de esa manera...
—No dejo de preguntarme como sabían que Rin estaría aquí, pero darle vuelta no resolverá nada...—cerró su ojo un instante, meditando que era lo que debía hacer, no es como que pudiera solo dejarle esa misión a alguien más, ya se había vuelto algo personal.
—Bueno, lo único que nos queda de momento es esperar las órdenes de la Hokage, pero no se preocupe, rescataremos a Rin-san.
...
Rin se encontraba atrapada en un profundo mar de sus recuerdos, claro que aun seguía unida al Sanbi, pero la intervención de aquel niño hacía que no pudiera regresarlo al interior de su cuerpo, ahora ella estaba atrapada dentro de él aunque no pudiese darse cuenta. Las memorias que revivía iban desde su infancia hasta su adultez, principalmente con aquellas personas que eran tan importantes para ella como lo eran sus padres, su maestro, esposa e hijo, sus amigos, Akatsuki, Kakashi y Obito.
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Una nueva oportunidad
AléatoirePoco antes de su muerte, Obito es capaz de cambiar la realidad y alterar el tiempo. Al sobre escribir la historia, las memorias de la vida que nunca sucedió parecen eliminarse de su mente y una nueva y mejor vida parece esperarle. Pero ¿y si la verd...