Una nueva oportunidad

Capítulo 36: Conteo regresivo

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.

Arco III

Capítulo 36: Conteo regresivo (Especial de romance parte I)

Obito & Rin

Tsunade había despertado para agradecimiento de todos, especialmente de Obito. Ahora la aldea de la Hoja podía prepararse adecuadamente para la guerra que se avecinaba. Era natural que los más jóvenes sintieran miedo de lo que se avecinaba, sería la primera vez que formarían parte de una guerra y todo lo que esta implicaba. Evitar que se difundiera el pánico resultaba complejo.

Rin había estado tratando de preparar a Sakura para lo que implicaba una guerra siendo ninja médico. Debía estar lista para ver muchas cosas horribles, pero ¿Ella misma estaba lista para verlas de nuevo? Había vivido una guerra a sus trece años, una guerra en la que creyó perder a Obito, donde murió mucha gente que conocía. Incluso si no era entre aldeas, las guerras seguían siendo horribles.

Su conexión con los demás jinchuurikis se intensificaba de un modo que no la dejaba dormir. Los veía en sus sueños, atados por aquellas cadenas, suplicándole ayuda una y otra vez. Se sentía terrible porque no podía hacer nada y esa angustia le producía pesadillas. Abrió sus ojos a la par que tomaba una fuerte bocanada de aire, respirando de forma agitada tras sentarse en su futón.

—Rin, respira, aquí estoy, tranquila —la voz de Obito fue llegando a sus oídos. Comprendió que estaba en la habitación que compartían desde las remodelaciones de la aldea—¿Estás bien? —Preguntó con notoria preocupación.

—Fue... fue una pesadilla —murmuró antes de abrazarse al cuerpo de su pareja, cerrando sus ojos con fuerza— veía a todos los jinchuurikis morir y yo no podía hacer nada, no hice nada por salvarlos —su voz se quebró y empezó a sollozar a medida que hablaba.

—Tranquila, ellos están vivos, aún podemos hacer algo —le hablaba con calma, abrazándola contra si mientras acariciaba sus largos mechos castaños—, todo estará bien, solo fue una pesadilla. Yo estoy aquí, estoy contigo, estás a salvo.

Aquellas eran las palabras que ella solía decirle cuando era Obito quien tenía pesadillas. Agradecía mucho que hubieran disminuido en frecuencia, odiaba ver al Uchiha sufrir así con un pasado que no existía. Obito repartió suaves besos desde su frente hasta su mejilla, le hacía sentir bien sentir sus labios.

—¿Estás mejor? —Preguntó, Rin asintió ligeramente con la cabeza sin querer apartarse, sentirle cerca le daba seguridad—Tranquila, si lo que informó Anko es real, puede que sepamos donde encontrarlos.

—Me preocupa que Kabuto se haya aliado a Tsuki no Me ¿Qué clase de trato podrían tener? —sacó parte de sus actuales preocupaciones, todas las preparaciones e informes le tenían la cabeza dando vueltas—¿Qué piensan hacerle a los jinchuurikis?

—Lo sé, desde que Orochimaru murió no le dimos la atención adecuada a Kabuto —dejó salir un suspiro, levantando su mirada hacia el oscuro techo de madera—, solo nos queda esperar que el escuadrón de Anko pueda recolectar más información de su escondite.

—Perdón por despertarte así —se lamentó, separándose ligeramente para verle mejor.

—No te preocupes, yo te he despertado un montón de veces con mis pesadillas, esta puede ser tu venganza.

Rin dejó salir una risita por las palabras del pelinegro, era algo tonto que se burlara de sus propios males de esa manera, al menos le ayudaban mucho a sentirse mejor. Sostuvo el rostro de su amado y se dedicó a besarle cariñosamente, él le correspondía sus besos de forma amorosa, al menos eso ayudaba a despejar su mente.