Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.
Arco III
Capítulo 30: Ideales que deben cambiar
Conectarse a la consciencia del ninja rubio había sido complicado, requirió de mucha concentración, así como de atravesar por toda la ira que estaba sintiendo en esos momentos. Cuando había hecho contacto con otros jinchuurikis, no estaba del todo consciente, simplemente era algo que pasaba y en teoría era una habilidad que todos poseían, pero no estaban muy al tanto de ello al no intentar conectar con otros.
Tras haberlo conseguido, pudo ver como Naruto estaba a nada de liberar el sello del kyuubi de un todo. No podía permitir que eso pasara, no cuando aquel biju aún era una masa de odio y destrucción. Se apresuró a detenerle, abrazando al muchacho con fuerza, buscando la manera de calmar su ira, de apaciguar su dolor por lo que estaba viviendo.
—Naruto, tranquilo, todo estará bien. —le habló con suavidad, no quería recurrir a la fuerza o la agresividad para detenerlo, necesitaba que se calmara lo más posible.
—¿Rin nee-chan? —Naruto abrió sus ojos con sorpresa, girando un poco su rostro para comprobar que efectivamente ella estaba ahí con él, no sabía cómo era posible eso.
Sin embargo, no fue la única figura que apareció junto a ellos. Logró identificarlo pronto como el Cuarto Hokage, pero fue Rin quien expresó más familiaridad con aquel hombre. Ninguno de los dos sabía bien que decir, simplemente dejaron que fuera el Cuarto quien hablara.
—No hubiera querido que esto pasara ya que no quería volver a verte, Kyuubi —dijo dándole una mirada de poco agrado al biju detrás suyo—. Sin embargo, tenía ganas de ver cuánto ha crecido mi hijo.
Que el Uzumaki comprendiera a que se refería el mayor fue algo que tardó en procesar. Cuando por fin lo hizo, sus ojos se llenaron de lágrimas por la emoción, no podía creer que finalmente conocía a su padre. Siempre se había preguntado cómo era, que fue de él y saber que era el anterior Hokage, bueno, era impresionante.
—Cuarto Hokage, Sanbi, los haré pedazos por estar aquí —vociferó el zorro con ira. Minato frunció un poco su ceño antes de solo cambiar el entorno en el que estaban, uno donde pudieran hablar mejor sin ser interrumpidos.
—Rin, tú también has crecido mucho, con el cabello largo me recuerdas a Kushina —le habló a su estudiante con suavidad. La castaña sonrió sintiendo un nudo en su garganta por ver a su maestro después de tantos años y más al ser comparada con aquella mujer que admiró y quiso tanto.
Minato les estaba diciendo algo sobre el secreto que habían guardado, claro que no esperaba el golpe que le dio Naruto en el estómago y los reclamos que le siguieron. Al principio, ambos jounin fueron tomados por sorpresa, aunque no tardaron en relajar su expresión, sabían que era natural que el muchacho necesitara desahogarse sobre todo lo que había vivido por tener al kyuubi sellado en su interior.
—Lamento que hayas tenido que pasar por tanto tú solo, hijo —respondió el rubio mayor con pesar.
—Obito, Kakashi y yo quisimos hacernos cargo de Naruto, pero el Tercero dijo que no era lo más seguro —intervino Rin, sintiendo algo de culpa tras tener que obedecer aquella orden del anterior Hokage—, yo más que nadie habría podido comprender su situación.
—Cuando Naruto nació, ustedes tres todavía eran muy jóvenes, también debían cumplir como ninjas, comprendo porque no se los permitió —dijo con calma a su estudiante, sonriendo ligeramente—. Aun así, sé que han velado por él desde la distancia y se los agradezco mucho.
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Una nueva oportunidad
RandomPoco antes de su muerte, Obito es capaz de cambiar la realidad y alterar el tiempo. Al sobre escribir la historia, las memorias de la vida que nunca sucedió parecen eliminarse de su mente y una nueva y mejor vida parece esperarle. Pero ¿y si la verd...