Capítulo 16: Conclusiones

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¡Hola! Aquí está la continuación, espero que les guste y cualquier duda o sugerencia están invitados a comentar, eso me ayuda bastante a continuar.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.

Arco II

Capítulo 16: Conclusiones

Es importante que nadie sepa de esto, Obito. Ni la Hokage, ni Kakashi o Rin.

¿Por qué decidiste contarme todo esto? ¿Cómo estas tan seguro de que te creería?

Porque sé que no podré hacer esto solo y sé que puedo confiar en ti. Eres un buen hombre, nunca fuiste corrompido por la maldición de los Uchiha...

La conversación con Itachi no salía de su cabeza. Sabía que muchos detalles tras la masacre del clan Uchiha no encajaban, pero ahora todo lo hacía y eso le mantenía intranquilo en su camino a Takigakure. Ciertamente, no podía mencionarle nada a nadie, bueno, tal vez a alguien, pero eso debía esperar a que volviera a Amegakure.

Luego de todo lo que le había mencionado, lo único que de algún modo le produjo calma fue saber que Izumi Uchiha seguía con vida y también la jinchuuriki. Pero, ¿Quién demonios era Ichigo Uchiha? En su tiempo en aquella cueva, el anciano nunca le mencionó tener descendencia, y si la había tenido, dudaba que fuera consciente de ello, sino no hubiera tratado de usarle para seguir sus pasos.

—¿Obito? —la suave voz de Rin le sacó de sus pensamientos—¿Sucede algo?

—N-No, no, sólo me distraje pensando —respondió, aunque no le gustaba la idea de mentirle a Rin. Sonrió un poco, esperando tranquilizarle, sabía que ella debía tener sus propias preocupaciones—.Rin...

—¿Si?

—Tal vez...puede que ella siga con vida. E-Es una corazonada nada más, pero tengo esa sensación de...

—Yo también lo creo —asintió Rin con convicción, aquel sueño había sido muy real, tal vez era alguna clase de señal. Obito le miró con sorpresa, ella se notaba más seria de lo usual.

Al llegar a la aldea de la Cascada, Obito se encargó de hablar con Shibuki. Los cuerpos de Kegon y Yōrō ya habían sido recuperados y el can de Hana se había unido a ella y sus hermanos de nuevo. El líder les ofreció quedarse al menos ese día, sin embargo decidieron que lo mejor era partir de inmediato.

—Creo que después de esta misión ya no deberías ir tan lejos de Konoha, Kurenai —el comentario de Rin le tomó un poco por sorpresa, incluso llegó a ruborizarse tenuemente al entender pronto el porqué lo decía.

—Estoy bien; sé que tienes razón, los viajes largos serán más pesados —respondió la otra jounin ligeramente apenada—. Es bueno que podamos sólo caminar de regreso a Konoha...

—¿Asuma ya lo sabe? —Preguntó la castaña sonriente.

—Todavía no, pensaba decírselo cuando regresara de esta misión —confesó antes de mirar hacia Obito, quien caminaba más adelante y platicaba con su equipo y Hana—¿Cómo van las cosas entre tú y Obito?

—¿Entre nosotros? —Repitió sintiendo que se sonrojaba tenuemente—Todo está bastante bien, pero ya sabes que es difícil pasar tiempo juntos cuando debo estar en el hospital.

—Entiendo bien eso, al menos hacen equipo constantemente.

—Es difícil que no sea así. Obito es mi compañero, mi guardián y le prometí que siempre lo observaría hasta que se convirtiera en Hokage, no puedo estar mucho tiempo lejos de él —sonrió mirándole caminar. Era cierto que había madurado mucho con los años, pero para ella, seguía siendo el mismo Obito que conocía desde que era una niña.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora