Capítulo 7: Problemas de otras aldeas

909 58 19
                                    

Título: Uchiha Obito no Monogatari

Género: Aventura/Romance/Amistad

Subgénero: What if.../ ¿Qué pasaría si...?

Advertencias: Muerte de personajes (no vayan a lloriquear, en la serie se murieron un chingo), uso de OC's

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.

Arco I

Capítulo 7: Problemas de otras aldeas

Iwagakure

La aldea oculta entre las rocas estaba pasando por un momento bastante grave. Nadie se imaginó que uno de los mejores usuarios del elemento explosivo se volvería contra su aldea de aquel modo y en su huída dejaría una serie de desastres generado por múltiples explosiones. Había muchas personas heridas así como lugares destruidos. Se había enviado escuadrones de búsqueda tras el fugitivo, pero al Tsuchikage en esos momentos le preocupaba principalmente la reconstrucción de la aldea y la atención a sus habitantes, si alguna aldea enemiga se enteraba, corrían el riesgo de ser atacados.

—Anciano ¿Cuándo enviaras otro equipo de búsqueda? Ya ha pasado una semana y no hay señales del traidor de Gari, h'n. —Se quejaba Deidara por enésima vez en la oficina de Oonoki, ya estaba harto de no poder hacer nada porque su maestro se lo impedía.

—Suficiente Deidara, en este momento lo importante es la seguridad y reconstrucción de la aldea —respondió cansado de la insistencia del rubio—, me ocuparé yo mismo de Gari después.

—¿Cuándo tu espalda ya no te deje ni pararte? Yo puedo ir a buscarlo, ¡Asígname a un equipo de búsqueda!

—¡He dicho que no! Ahora mejor ve a ayudar o a hacer algo útil. Estoy muy ocupado en este momento, las reconstrucciones le costaran mucho a la aldea.

Deidara bufó con molestia y estuvo por salir de la oficina cuando algo llamó su atención en el cesto de basura. Era un pergamino con el símbolo de una nube roja, sabía bien lo que simbolizaba así que lo tomó sin que el anciano lo notara y salió pronto de la oficina.

Aquel pergamino era una invitación por parte de la organización que cada día tomaba más fama: Akatsuki, y este solicitaba al Tsuchikage que la aldea de Iwagakure se aliara con ellos, que un par de sus ninjas asistieran con aquel pergamino bastaba para que pudieran entrar a Amegakure. Guardó el rollo en su riñonera y decidió por el momento dirigirse al hospital.

...

—¿Akatsuki? ¿Acaso estas demente? —Cuestionó Kurotsuchi bastante alterada—Si sales de la aldea te tacharan de renegado también.

—Ya tomé mi decisión, si el anciano no piensa hacer nada, yo sí, h'n —sentenció cruzándose de brazos. Sus amigos se miraron entre sí, dudosos, sabían que cuando una idea se le metía a la cabeza no había ser en la tierra que se la quitara.

—Pero es muy arriesgado, las salidas de la aldea deben estar bajo estricta vigilancia —dijo esta vez Yuriko. Ella junto a su gemela habían sido víctimas de las explosiones provocadas por Gari; ahora reposaba en una cama de hospital aunque no había obtenido heridas muy severas—¿Cómo se supone que salgas?

—Ya me las ingeniare, solo quiero que me ayuden con el viejo cuando me haya ido, es todo, no quiero quedar como un renegado cuando lo que busco es hacer justicia, h'n.

—No tiene caso que digamos que no, ¿cierto? —la azabache resopló un poco—¿Si sabes que es un viaje muy largo? Y que vayas tú solo a pedir ayuda a un grupo de desconocidos sigue siendo absurdo ¿Y si se niegan?

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora