Kimetsu No Yaiba! ||ONE-SHOTS||

NEZU DAY

VIVA SER GAY 😈
No mentiras, feliz cumple a la wawa. <33
Advertencia: esto es Yuri, o sea que habran tijeras y si no les gusta no lean, gracias :>

—Me alegra que dejaras a Nezuko en mi cargo, Kamado-San. —sonreíste amable. —¿Quiere que le ofrezca algo de tomar?

—¡E-espero no le moleste! —dejaste pasar al pelirrojo, teniendo más los nervios de punta.

—¿Puedo saber cuánto durará su misión? Si es que puedo, claro. —fuiste a la cocina, sacando por completo una caja con sobres de té.

—Posiblemente tres días... —miró triste la caja en donde se encontraba su hermana. —¡Trataré de llegar antes de su cumpleaños! Será muy importante para mí...

Asentiste con una sonrisa comprensiva, aún se encontraban adornos en tu finca teniendo aún un ambiente navideño que a muchos le gustaron. Oíste cómo el agua ya estaba lista para servirse, yendo a donde estaba y dejándole una taza de té al menor.

—Espero llegues a tiempo, trataré de hablar con Oyakata sobre ella y mi cuidado. Cuídate. —ambos finalmente se despidieron.

Antes de que se fuera, le hiciste comida para que evitara gastar dinero, estando muy agradecido por tu consideración hacia él. Lo veías como un hermano menor, puesto a que fuiste desde un principio una ayuda para él. Eras hija única y ya no estabas con tu familia.

Tu historia no es triste, simplemente no eras de una familia con buenos recursos debido a la economía de tu anterior país y hogar, decidiste irte a finales del mes, justo tu cumpleaños en busca de más oportunidades.

Tu sorpresa fue grande al conocer a cazadores de demonios, específicamente a uno de las más fuertes y amables: Himejina Gyomei.
Desde ahí, fue como un padre para ti, aunque lloraba mucho.

Regresando al presente, Nezuko ya ko estaba en su caja, por lo que pensaste que fue hacia una habitación cercana. Al abrir la puerta corrediza, viste a la de ojos rosados abrazando una almohada en un rincón.

—Hola, quizás no te dijeron pero estaré cuidándote. —dijiste amable, la menor asintió. —Venga no te sientas tan tímida, tenemos casi la misma edad, aunque sigas con apariencia de doce por... eso.

Volvió a asentir monótona, decidiste darle un tiempo para que esta pudiera comenzar a interactuar contigo, también yendo a terminar tu trabajo experimentando una nueva medicina con ingredientes que te dio Shinobu. Te había dejado a cargo en ese ámbito junto a Aoi, pero le había dado una gripe por lo que estabas sola. Agarraste un libro y un cuaderno para así anotar todo progreso que hayas obtenido mediante los experimentos, mezclando como una clase de científica.

Concentrada y metida entre tus pensamientos sobre los resultados que habían dado, Nezuko estaba detrás de la puerta observando tu espalda (ya que no podía ver tu rostro desde esa perspectiva) queriendo acercarse, pero ya te habías levantado para ir a beber agua.

Hiciste un grito ahogado del susto, luego agarraste tu pecho con una mano.

—¿Quieres algo, cariño? —preguntaste ya calmada, como respuesta ella te abrazó.

Un calor se había asomado en tus mejillas poniéndote nerviosa por aquella acción. Desde tiempo atrás te habías sentido atraída por chicas pero... nunca hubo una en específico.