Kimetsu No Yaiba! ||ONE-SHOTS||

Shinazugawa Genya

Lugar abandonado. 🏞

Sí, a las 1 a.m.

—¡Genya! —corrió hacia el mencionado, saltando a sus brazos y se dieron un pequeño beso. —Te extrañé mucho.

—Y-yo igual —dijo con un pequeño rubor en sus mejillas.

Su madre estaba sentada en una esquina viendo a tus hermanos pequeños, con su regreso la calmó un poco.

—No es por arruinar nada, pero... —dijo con una sonrisa cansada. —quisiera que me ayudaran con ellos, necesito descansar.

—No es molestia, puedes ir. —la de cabellos oscuros sonrió y tomó de la mano a sus hermanos. Junto a Genya.

Mientras un peli blanco observaba la escena con cierta ira, ¿se preguntarán (o tal vez no) el por qué?

Pues así inicia vuestra historia.

•°•°•°•

Eran una familia sin riquezas, tu padre os dejó a su suerte y no volvió a dar señales de vida, así fue lo primero de todo. Con el tiempo decidieron ser viajeras, pues no tenían lugar fijo a dónde vivir, y comenzaron desde pueblos pequeños hasta la gran ciudad.

En un paseo de estos, viste a un muchacho de altura media, corriendo hacia un hombre al parecer de clase media alta, haciendo un escándalo frente a todos, pasaron de largo.

—A veces siento que los demonios dejan muchas pistas de lo que son. —dijo tu madre sin mirar el espectáculo, muy contrario a ti. —¿No vienes?

—¿Me apoyarías si quisiera ser cazadora? —hablaste de repente. Tu madre no te miró, simplemente siguió.

—Ya sabes lo que pienso de eso, es un riesgo muy grande y apenas puedes aguantar cargar a uno de tus hermanos. —y era cierto, tu paciencia y nivel de fuerza eran bajos por mala suerte.

—¿Y si conociera a alguien que me enseñara a usar el-

—No es no, debiste captarlo. —frunció el entrecejo. —Perdieron a muchos de ellos, y necesito tu ayuda con los pequeños. Entiende, por favor.

Suspiraste, era mejor rendirse y no perder a tu pequeña familia, decidieron seguir su camino ya en silencio.

—Pero... ¿y si conozco a alguien que sea cazador? —hablaste con ilusión. —¿Lo aceptarías por mí?

—Cariño, estoy cansada para que hagas preguntas. —entraron a un hotel, se veía barato para pasar la noche. —dormirnos aquí, ¿bien? Bien.

•°•°•°•

Pues sí, al final encontraron un lugar donde vivir, aunque se podría decir que no es lo más estético del universo...

Un castillo abandonado, no era tan grande, pero que se mantenía fuerte. Por tu parte daba miedo saber si alguien más vivía ahí, pero tú madre... bueno, ella lo veía el lugar perfecto y alejado de mucha gente.

Te encontrabas barriendo unas escaleras que llevaban hacia las habitaciones para tu madre y hermanos, tú dormías por el sótano; por elección propia, claro.