Kimetsu No Yaiba! ||ONE-SHOTS||

Rengoku Kyojuro

Advertencia: Habrán referencias al manga, cambios de narración y smut, primer aviso.

Está bien largo, traigan algo de tomar y comer, ahr.

🌸

La joven con aspecto sombrío cuidaba de su animal preciado, un gatito negro que estaba desamparado y solo. Justo como ella.

Ella detestaba como lucía, detestaba saber que todos le tendrían miedo y que nunca sentirían empatía por más que intentara ser lo contrario a lo que describían. Vivir lejos, siendo una clase de bestia mitológica fue su única opción para así no sentir ese sufrimiento.

De cierta forma, le daba paz.

Desde ahí empezó a encontrar su hogar, algo que estuviera lejos y que no se sintiera observada por cazadores de brujas, sino tendría una mala jugada y pasaría lo peor.

¿Habrá más seres como ella? Su madre la había dejado a su suerte, todo por causa de un demonio lujurioso que por mismo error de ella invocó.

Robar fue su única opción mientras viajaba por un lugar seguro y lleno de animales, descubrió que podía cambiar de formas si así lo quisiera.

—¡Debe morir ya la maldita! —el pueblo gritó en respuesta. —¡Debe morir!

Ante los ojos de todos, vieron cómo una mujer que no pasaba de los 30 era quemada, siendo rostizada por una pequeña antorcha que provocó su ya decidida muerte. Gritos desgarradores era lo único que se escuchaban por parte de ella, pidiendo ayuda como nunca antes había escuchado la niña, observaba la escena con miedo sintiendo pena de esta como temblaba y rodaba en el suelo.

El público disfrutaba el sufrimiento de la supuesta bruja, dejándola como experiencia que nunca hay que acercarse a un humano, por más armonioso y lleno de paz se muestre.

¿Por qué es tan cruel el mundo? ¿Por qué la gente con algo en particular era rechazada y recibía castigos? Nunca hizo algo malo, nunca lastimó a alguien que le haya hecho daño. Entonces, ¿por qué debía pagar por los errores de su madre?

Se supone que el supuesto Dios que todos alaban, estaba ahí, protegiendo a sus supuestos hijos. Llenando de rencor y miedo en todo el ser de la pequeña niña con apenas 9 años.

Esto nos lleva a alguien que ya sabe lo que pasa si no cumples con las espectativas, recibiendo cada vez más amanezas de asesinarla por sólo saber más que un hombre. ¡No tenía la culpa! ¿De qué sirve ser "especial" si sólo quieren verte morir? Se odiaba cada vez más, como nunca antes.

Apunto de cometer una atrocidad, iba a lanzarse al río, dejando su cuerpo en la nada, como su madre hizo.

—Oye, te vas a caer... —habló alguien a sus espaldas, ella solo la ignoró y siguió. —¡No lo hagas! —gritó a sus espaldas, la pequeña volteó.

Una mujer, no, una niña de aparentemente su edad, ¿trataba de ayudarla a este ser sin pizca alguna de ser vista como alguien buena de corazón?

—¿Estás bien? Déjame ayudarte, ¡por favor! —trató de acercarse a ella lentamente.

—¡Aléjate! —le gritó. —Un monstruo como yo no debe recibir esperanza o empatía de alguien como tú.

—Ambas no sabemos lo que ha pasado con la otra, ¿no es así? —ella solo la observó. —Me llamo Hanan, ¿cuál es tu nombre?

Se alejó del precipicio, pero no bajó la guardia en ningún momento la guardia.

—_______. —murmuró.