Kimetsu No Yaiba! ||ONE-SHOTS||

Iguro Obanai

Goodbye.

2da parte.

—¿____? ¿Qué haces aquí? —preguntó la mujer viendo como tus ropas estaban desgarradas por completo.

—No es nada, solo salí a cazar y vi que tu hogar estaba cerca... —mencionaste evitando la mirada contraria, sabe que estás mintiendo.

—Claro, cazar en medio de la nada misma, sabes que te echaron de aquí. —cerró la puerta detrás tuyo, viendo como estabas nerviosa.

—No puedo volver allá, mi corazón y mente duelen, arden como no tienes idea. Comienzo a sentir cosas, como algo en mi estomago, Shinobu me dijo que eran mariposas, pero no comí nada de eso. —hablaste demasiado rápido, recibiste un vaso grande de agua al cual aceptaste. —Dicen que estoy enamorada, pero no siento eso cuando estoy cerca tuyo, o de mis amigos, solo Iguro me hace sentir así, no me gusta...

—Si él te hace sentir de esa forma, puede que no lo veas como un compañero o un amigo, sí estás enamorada. —te guió de a poco hacia una silla y sentiste miedo.

—Evelynn, creo que él está enamorado de alguien más, siento que no puedo intervenir.

Cabe recalcar, ustedes no eran humanas, eso queda muy claro, sus apariencias es lo que os ayuda a no ser reconocidas como brujas.

¿Sus habilidades? Son alimentación, consumen energía de los seres humanos sin salir perjudicadas, pero una de ustedes ha caído por uno.

Obanai Iguro, pilar serpiente, cerca de los 22 años y posiblemente enamorado de la pilar del Amor, Mitsuri.

Apareciste en sus vidas, viste que era muy fuerte su energía, cosa que te hizo babear internamente por saborearlo por bocado. Obviamente te debías resistir o todo se iría al carajo. Mitsuri al parecer también tenía una energía más grande que él, pero no podías llevarte su energia; respetar los lugares de cada ser superior.

—Joder, joder, joder ¡JODER! De todos los hombres que hay, ¿por qué justo con el que parece que se va a casar con señorita perfecta? —y claro, afectaba eso también en tu orgullo.

—Te das cuenta que le tienes envidia a una humana común y corriente, ¿verdad? —habló Evelynn en un rincón apoyada en la pared, decidió acomodarse y sentarse sobre sus dos colas protectoras. —Ella es débil, nosotras no, podemos terminar con sus vidas si queremos. Solo necesitamos un poco de distracción.

Suspiraste, tenía razón, tu poder y tus objetos unidos podían generar un caos tremendo. Suspiraste por ello, ¿qué podías sacar beneficio cayendo en las redes de un mortal como él?

—Entonces, ¿qué me recomiendas? —miraste hacia abajo un poco decepcionada, la de pieles moradas solo sonrió maliciosa.

—Simplemente hazla a un lado, de a poco notará tu interés por ese débil. —dijo tomando el paso hacia unos libros en frente tuya, agarró uno y de un tirón sacó una página.

—No planeo usar ese hechizo, Evelynn. —ella solo frunció el ceño, no podía decirte algo malo.

—¿Te das cuenta que tú: la segunda dama del espacio y tiempo no aprovecha de un poder tan fuerte, y para colmo es casi una bruja superior? La tía Yenn hubiera quedado decepcionada... —dijo en un tono triste falso.