Matemáticas | DoTae | ✔︎

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Taeyong

—Doyoung no me ha estado contestando, ¡¿cómo cree que pasaré la materia?! Le pago tooodo ese dineral, para que después no me conteste, se pasa, en serio —le expliqué a Jaehyun todo. Estaba muy enojado y decepcionado del mayor.

¿Quién se cree para no contestar?

—¿Por qué no contestará? Es muy raro que de repente se desaparezca.

—¡¿Verdad que sí?!

—¿Si tratas de ir a su casa?

Volteé hacia él con una sonrisa y me miró extraño, pero después esa sonrisa se esfumó —Sí, genial, ¡no sé su dirección!

—¡Pues la investigas, dile a Sicheng!

—¿Cómo le voy a...? Ash, ya cállate.

—Si quieres yo le pregunto.

—¿Harías eso?

—Claro. Hoy en la salida le pregunto y te mando la dirección por mensaje, ¿va?

—Va, muchas gracias Jaehyun —le di una palmadita en su hombro.

Me alegra haber regresado mi amistad con Jae, pero ahora mi amistad con Sicheng no sé si vaya a ser la misma, mis pensamientos me consumen cada vez más y más problemas vienen a mi, no sé que hacer, me siento cansado mentalmente. Primero fue Jaehyun, luego Sicheng y... ahora Doyoung, no estoy seguro de ir a su casa, tal vez pensará que soy un acosador, pero me preocupa. Algo de mí, que a veces odio, son mis preocupaciones y pensamientos, que a veces soy terco. Siempre tengo a las personas antes que a mí y eso me cansa a veces, pero así soy; es algo que no puedo evitar.

También me preocupan otras cosas como debutar, que es mi sueño y el de Jaehyun, pero si no mejoro mis calificaciones nunca lo podré hacer. Necesito graduarme.

(🌹)

Salímos de la preparatoria y ya nos dirigíamos a casa, ahora vamos juntos de nuevo. Hasta que recordé algo.

—¡El libro de matemáticas! —le pegué a Jaehyun en el brazo.

—Ay, si no nos dejaron tarea.

—Pero Doyoung dice que siempre practique, deja ir por el.

—Te acompañaría, pero ya estamos lejos, aparte tengo que buscar a Sicheng... ¡Adiós!

—Sí, sí, ¡adiós! —le grité mientras iba corriendo de regreso a la preparatoria.

La verdad espero y me dejen pasar, ya que después de las clases comienzan  a limpiar todo y cerrar los salones, aparte que ya íbamos algo lejos. Llegué a la entrada y hablé con el guardia, se negó.

—Ay, por favor.

—Joven, sabe que una vez que las instalaciones cierran no las volvemos a abrir.

Le tuve que insistir varias veces más. Supongo que se hartó y dejó que pasara, pero me dijo que debía ser más responsable con mis cosas para no olvidar nada de nuevo. Fui al salón, tomé el libro y salí, estaba cansado de correr.