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Doyoung

Jaehyun, no me das buena espina.

Me despedí de ambos y siguieron su camino y yo el mío.

Me sorprendió el hecho de que Taeyong viniera a la universidad para buscarme, ¿cómo encontró dónde estudio? Pero algo que me sorprendió más y me puso feliz es que se preocupó por mí y... ¡Sicheng lo rechazó! Por eso estoy tan feliz, obviamente sé que Taeyong ha de estar dolido, pero es una gran oportunidad para mí y ahora no la voy a desaprovechar. Comencé a hacer saltitos con mis pies y a caminar más feliz.

(🐰)

Estaba en la cocina preparando mi cena, ya había terminado las tareas y trabajos individuales que la universidad me dejó, así que podía cocinar y cenar a gusto. Quería algo de tranquilidad y sin estrés después de todas la tareas, mi preocupación por lo de Taeyong, Sicheng y todo en general. Después escuché unos pequeños gritos, que no eran como de dolor, sino de... ¿felicidad?

—¡Ya cállate! —parece que Ten no me escuchó, pues hasta parece que los comenzó a hacer más fuertes — Ay, este niño —fui a su cuarto y abrí la puerta —. ¿Te puedes callar? Acabo de terminar todos mis trabajos y ahora quiero tranquilidad, ¿entendido?

—No.

—Mira, sé que va a ser difícil que me escuches, y mucho más que me obedezcas porque ya no nos llevamos bien, pero si me comprendes hoy, te podré comprender más adelante.

—Bien, pero vete... no estorbes en mi felicidad, que tú no eres parte de ella ni un poco —sonrió.

—Pues estamos igual —dije arisco y cerré la puerta.

Regresé a la cocina y se había quemado mi comida.

Respiré profundo —Tranquilo, relájate... —cerré los ojos unos segundos y los volví a abrir —¡Okeeey, pediré una hamburguesa!

(🐰)

Me había despertado la alarma de mi celular, otro día más donde la rutina se repite. Me di una ducha, me puse la ropa que elegí y fui a hacerme un café, me senté a beberlo mientras veía mi celular. Algo se me vino a la cabeza, Ten.

¿Por qué estaría tan feliz? ¿Qué lo puso feliz?

Es algo que me intriga.

Terminé mi café, lavé mis dientes y me dirigí al cuarto de Young Heum, estaba aún dormido.

—Ja, va a llegar tarde de nuevo —moví mi cabeza en modo de desaprobación.

Me puse mis zapatos y salí de mi casa.

Al llegar a la universidad me encontré con Johnny.

—¡Hola, Johnny!

—¡Hola!, ¿qué tal tu día ayer? —me preguntó —. ¿Terminaste todos los proyectos?

—Obvio que lo hice. Sabes algo, ayer en la salida me vino a buscar Taeyong.

—¡Uuuu, Doyoung! —me dio un golpee en el brazo — ¿Arreglaron las cosas?

Asentí feliz —De hecho, me dijo que Sicheng lo rechazó, estoy feliz por eso.

—¡Auch! Sabía que lo rechazaría, pero pobre, se debió de haber sentido muy mal —hizo una mueca.

Matemáticas | DoTae | ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora