Matemáticas | DoTae | ✔︎

07

Doyoung

Me alisté para ir a la casa de Taeyong, la verdad que él es un chico muy bueno, parece que es testarudo pero sí tiene lo suyo. Estas tres clases que he terminado, vi pequeños cambios, ya no se le dificulta tanto como antes.

Yo siempre he sido una persona muy inteligente y mis padres están orgullosos de eso, ya que en la mayoría de veces hacía las cosas por mi cuenta, aprendí a ser autodidacto. Estudiaba en casa por mi cuenta después de la escuela. No sé porqué lo hacía, tal vez me gustaba aprender las cosas y no olvidarlas.

Estaba enfrente de su puerta, toqué el timbre y Taeyong abrió. Era sábado y estaba en pijama.

—Hola —saludé.

—Ah, sí. Hola —dijo mientras se tallaba sus ojos, estaba adormilado —. Pasa, pasa.

Asentí y entré —¿Te acabas de levantar o qué?

—Ayer... Me quedé jugando videojuegos, tenía que subir de nivel, llevaba días sin jugar y... ¡Había bajado de liga! Tenía que recuperar mi lugar y lo hice —su voz estaba roca.

—Ya veo —reí un poco.

Taeyong se veía lindo. Su pijama era graciosa, color azul y unos corazones. Ya ni yo me pongo eso.

—Comenzamos, Doyoung... Pero antes necesito ir a lavar mi cara.

—Está bien, te espero —le sonreí.

Me senté en el comedor a esperar, la casa de Taeyong era muy acogedora. Mientras esperaba jugaba en mi celular.

—¡Listo!

—¿Terminas-

No pude terminar la palabra, su cabello estaba hacia atrás y su cara estaba medio mojada, podía observarlo mejor, podía observar la cicatriz que tiene cerca de su ojo. Se veía lindo, muy lindo a mi parecer. No pude evitar sonreir.

—Ya... Bueno, el lunes tengo examen de algunos temas y quiero que me ayudes a repasarlos, no quiero reprobar... De nuevo —dijo mirando al suelo.

—Eh, sí.

Saqué mis apuntes y Taeyong me dijo los temas por lo cual comencé a explicar. Cuando terminé le puse unos ejercicios y estaba tratando de resolverlos y yo normalmente estoy en mi celular mientras los hacía, pero... Ahora no podía evitar mirarlo de vez en cuando.

Eres tan adorable.

Su cara se veía linda tratando de resolver y pensar. Sonreí de nuevo.

—Ya acabé.

—A ver... Esto está mal, deja checo el error... Lo encontré. Aquí en esta operación pusiste un cero de más, por lo cual ese resultado es incorrecto y por eso te salió mal todo.

—¡No!

—Presta más atención a las operaciones básicas, si un digito está mal... Todo estará mal.

—Ash... Cállate.

—¡Ey!

—De seguro tú estas equivocado.

—¿Cómo lo voy a estar? ¡Yo te doy las clases!

—Los maestros se equivocan, lo he visto.

—No estoy mal.

—¡Sí lo estas!

—¡Qué no!

—¡Qué sí!

—¡Taeyong!

—¡Do-

Lo interrumpí con un beso en sus labios, ese chico comenzó a hartar y obvio no lo iba a golpear. El beso fue de pico, algo muy rápido.

—Pedófilo.

—¡No te callabas y no aceptas que te equivocaste! —levanté mucho la voz y creo lo asustó.

—Lo... Lo siento —miró hacia abajo.