d i e c i o c h o

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Ya ha pasado una semana desde que estoy en Nueva York, todavía no he ido al instituto.

Kate ya se ha ido, y no hemos hablado del hecho de que la pillé tirándose a Nate en el sofá.

Ryan poco a poco va recuperando los ánimos, más o menos ya ha asumido que Beth no va a volver y que tiene que seguir con su vida, obviamente le dan bajones puntuales pero va mejorando.

—Oye, mañana tienes que ir a hablar con el señor Brown para que te deje hacer la matrícula— Dice mi madre.

—No puedo hablar con él—

—¿Por qué?—

—Me odia, ese hombre no me puede ni ver—

—Exagerada— Mi madre rueda los ojos.

—¿No puedes hablar tú con él?, tú le caes bien— Le digo a mi padre.

—No, vas a ir tú y le vas a prometer que tus notas serán las mejores y que te vas a portar bien— Que me pida que se la chupe, ya de paso.

Me rio ante mis propios pensamientos.

—¿Vale?—

—Vaale— Me levanto y subo a mi habitación a dormir, pero antes cojo mi móvil para llamar a Ryan.

—Hola— Suena apagado.

—Hola, ¿cómo estás?—

—Bien— Dice seco.

—Bueno... ya me voy a dormir y solo quería decirte que te quiero—

—Que tonta eres— Se ríe.

Escuchar su risa a través del teléfono es lo más satisfactorio que hay.

—Yo también te quiero— Dice nostálgico.

—Buenas noches—

—Buenas noches Lupita—

Cuelgo y me voy a dormir.

Casi todas las noches le llamo para decirle que le quiero, así le hago saber que voy a estar aquí siempre.

...

—Señor Brown no puede hacerme esto—

—Llevas fuera un mes entero, Logan, te va a costar pillar el ritmo—

—No pasa nada, haré lo que sea—

—Lo siento, pero no puedo hacer nada—Mentira, sí que puede pero no quiere.

—Si puede hacerlo, de hecho, me lo debe, gracias a mi este instituto ganó los regionales—

—Lo sé pero...— Agh, cada vez que digo algo le saca un "pero".

—¿Sabe que?, váyase a la mierda, no voy a estar toda la tarde suplicándole para que luego no haga nada— Me levanto de la silla.

Cuando voy a salir, en la puerta me choco con la entrenadora.

—No puede ser— Dice aliviada.

—Dime que te quedas— Me da un abrazo.

—Pues no, estaba aquí intentando que el Sr Brown me deje volver a entrar pero dice que no puede hacer nada, ¿verdad?— El Sr Brown me mira incómodo.

La entrenadora cierra la puerta detrás de ella y me hace un gesto con la mano para que me siente.

—Brooks, necesito que Browning esté en el equipo, esas chicas son... agh— Dice furiosa.

Nirvana (Serendipia II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora