s e s e n t a y t r e s

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—¿Que haces?— Dice poniendo los platos en la mesa de la cocina.

—Yo... tengo que contarte una cosa—

—Te escucho— Dice preocupado.

Me siento en el sofá y le hago un gesto para que se siente a mi lado.

Juego con mis manos nerviosa y evito mirar a Ryan a los ojos.

—¿Estas bien?—

—Cuando...— Suspiro.—En... en la fiesta de fin de año tú estabas con Isabella y...—

Ryan me mira confundido y al parecer con menos paciencia cada vez.

—Y yo me sentía muy sola y... Harry y yo...—

—¿Harry y tú?, Logan dime que es una puta broma—

—Acabamos besándonos en la cocina—

Ryan asiente con la cabeza enfadado y rompo a llorar.

—No llores ahora, dime que excusa tienes si esa noche no habías bebido— Dice alterado.

—Pues yo te diré mi excusa cuando tú me digas la tuya—

—¿Que coño dices?— Dice levantándose del sofá.

—Me has engañado con Ava y además varias veces— Digo levantándome también.

Me mira sorprendido y esta vez yo asiento con la cabeza.

—Ahora lo entiendo, por eso estabas todo el rato con el móvil, venías tarde y oliendo a colonia de chica...—

—Has besado a mi mejor amigo, no sabes el asco que me estás dando— Dice desviando el tema totalmente.

—¿Qué querías que hiciese?, llevas comportándote como un cabrón desde que murió Beth— Digo histérica. —Y me ha costado pero me he dado cuenta de que no te quiero—

Ryan me mira incrédulo y antes de hable le interrumpo.

—Veo como otras parejas se miran y se quieren y oigo como Amanda habla de Dre y... no es lo mismo que siento por ti—

—Era más fácil decírmelo—

—¿Cómo? Si cada vez que te doy mi opinión sobre algo me atacas como si yo fuese lo que está mal en esta relación—

—Es que eres lo que está mal en la relación, no podías caer más bajo— Dice mirándome con desprecio.

—Tú me has engañado con una zorra barriobajera del Bronx, tú si que has caído bajo— Digo cruzándome de brazos.—¿Crees que tu padre estaría orgulloso si viese el tipo de hombre en el que te has convertido?, le darías vergüenza—

Ryan coge un vaso de agua que está sobre la mesa de la cocina y lo lanza haciendo que choque contra la pared que está justo a mi lado.

Me tapo los oídos con las manos y cierro los ojos con fuerza.

Le miro incrédula y me entra un escalofrío al ver cómo se han oscurecido sus ojos, odio reconocerlo pero ya no va a volver a ser el mismo.

Miro a la puerta y corro hacia ella.

Salgo del apartamento y bajo las escaleras corriendo.

Cuando escucho pasos entro en pánico y bajo hasta la tercera planta.

Llamo a la puerta de Kevin repetidas veces y entro en pánico cuando oigo los pasos de Ryan acercarse.

—Vamos— Murmuro nerviosa.

Sasha me abre la puerta y entro en el apartamento en el momento.

—Cierra, corre— Digo nerviosa.

Otra vez oigo ese maldito pitido y me pongo de cuclillas en el suelo mientras me tapo los oídos con las manos.

—Kevin, ven, por favor— Oigo la voz de Sasha de fondo.

Lloro en silencio mientras aprieto los dientes con fuerza para intentar dejar de oír el pitido.

—Logan, mírame— Dice Kevin quitando las manos de mis orejas.

—Fíjate en como respiro, ¿puedes?— Dice acariciándome el pelo, me mira con el ceño fruncido.

—¿Por qué tienes trozos de vidrio en el pelo?— Dice extrañado.

—Kevin no es el momento— Dice Sasha.

Se disculpa e imito su manera de respirar.

—Muy bien, ahora cuenta hasta diez—

—Uno... dos...—

—Tres...— Dice Kevin contando conmigo.

—Cuatro— Sasha cuenta con nosotros y consigo calmarme un poco.

—Cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez— Contamos los tres al unísono.

—Lo has hecho muy bien— Dice abrazándome.

Le abrazo con las manos temblorosas y poco a poco dejo de oír el pitido.

—Toma— Sasha me da un vaso de agua y un pañuelo de papel para que me limpie las lágrimas.

Miro a mi derecha y me doy cuenta de que tienen la misma ventana en el salón.

—¿Quieres sentarte al lado de la ventana?—

Asiento con la cabeza y me levanto.

Me siento en una silla al lado de la ventana con el vaso de agua en la mano y cuando miro hacia abajo veo a Ryan, está furioso y parece estar buscándome, finalmente se sube a su coche y empieza a conducir.

—¿Habéis discutido?— Pregunta Sasha.

—No la agobies— Dice Kevin sentándose a mi lado.

—Ya empieza el psicólogo...— Dice Sasha.

—Es que... nos hemos ocultado muchas cosas el uno al otro y todo ha explotado y Ryan ha perdido los nervios otra vez...— Digo poniéndome la mano en la frente.

—¿Cómo que ha perdido los nervios?— Dice Kevin.

—¿Y cómo que otra vez?— Dice Sasha.

—Me ha... tirado un vaso de cristal pero no me ha llegado a dar—

—¿Cómo?— Dice Kevin enfadado.

—¿La otra vez que pasó?— Dice Sasha incrédula.

—Por eso tenias un cristal en el pelo—

Miro por la ventana en silencio.

—¿Te pegó?— Dice Sasha insistente.

Cierro los ojos intentando no recordarlo.

—¿Podemos no hablar de eso?— Digo cansada.

Me he dejado las llaves y el móvil en el apartamento, no sé qué voy a hacer.

—¿Kevin, me puedes dejar tu móvil?—

—Claro—

Me pasa el móvil y marco el único número que me sé de memoria.

—¿Mamá?— Digo con la voz temblorosa.

—¿Logan?, ¿y este número?—

—Puedes... ¿puedes venir a buscarme?, es una larga historia—

—Claro que sí, pásame tu ubicación por mensaje—

Nirvana (Serendipia II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora