c i n c u e n t a y d o s

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Suena el timbre y me levanto para abrir la puerta.

—¿Quién es?— Dice Ryan saliendo de la cocina.

—Nadie— Digo intentando llegar a la puerta antes que él.

Como es lógico llega antes que yo y abre la puerta.

—¿Se lo has contando?— Dice señalando a Amanda.

No respondo e intento salir del apartamento.

—Contéstame— Dice poniéndose en frente de la puerta.

—Déjame salir—

—Logan, ¿se lo has contado?—

—No—

—¿Que sí me ha contado el que?— Dice Amanda confundida.

—Nada, cállate—

—Oye— Digo mirándole con el ceño fruncido.

—Ryan déjala salir— Dice Amanda.

—Vete a casa Amanda— Dice cerrándole la puerta en la cara.

—¿Que haces?—

—¿Por qué le has pedido que venga?—

—Porque quiero irme a casa—

—Ya estás en casa—

—Ryan por dios— Digo cansada dándome la vuelta para irme al salón.

—Tienes que entender que no puedo dejar que abortes así como si nada—

—No puedo ser madre ahora, no sé cuantas veces te lo tengo que repetir—

—Cariño no lo entiendes— Digo mirándole a los ojos.

Cuando por fin puedo ver algo de comprensión en sus ojos me acerco a él y pongo las manos sobre las suyas.

—Está todo en contra, nuestros padres nos matarían, no podría ir a los nacionales, tendría que dejar los estudios y nuestra relación se deterioraría un montón— Suspiro agobiada sólo de imaginármelo.—Un embarazo sería horrible para mi cuerpo, si me quieres tanto como dices no me obligarías a pasar por eso—

Ryan suspira y me mira triste.

—No voy a dejar que abortes—

Respiro hondo para intentar calmarme pero es en vano, siento como las lágrimas resbalan por mis mejillas y cada vez me falta más el aire.

Me pitan los oídos con mucha fuerza y me tapo las orejas con las manos.

—Nena...—

Apenas le oigo, siento un dolor de cabeza súper intenso y mis manos no paran de temblar.

—Logan, mírame— Dice quitando las manos de mis orejas.

Respira despacio para que imite su acción y así lo hago, respiro al mis ritmo que él y consigo relajarme un poco.

—No quiero tener un hijo ahora— Digo entre lágrimas.

—Después hablaremos de eso, ahora lo importante es que te calmes— Dice acariciando mi pelo.

Niego con la cabeza y chista para que no diga nada más.

Lloro en silencio mientras Ryan me abraza.

—Ya está— Dice en voz baja.

Niego con la cabeza y chista.

—Tendremos a ese niño—

—Ryan, por favor— Digo entre lágrimas.

Nirvana (Serendipia II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora