Nirvana (Serendipia II)

c i n c u e n t a y s i e t e

—¿Te acuerdas de cuando activaste la alarma de incendios?— Dice Calum riéndose.

—Te expulsaron dos semanas— Dice Jessica.

—Sí, me acuerdo— Dice Ryan riéndose.

—Se ha notado mucho tu ausencia por aquí— Dice Connor.

—Isabella ya no tenía a quièn acosar— Dice Austin.

—¿Algo que contarme Isabella?— Dice Ryan divertido.

—Que creído eres— Dice Isabela.

—¿Y como fue la primera vez que os visteis?— Dice Calum mirándome.

—Pues Ryan me tenía que enseñar el instituto—

—Yo me esperaba a un chico—

—Es verdad, pensaste que era un chico— Digo riéndome.

—Y no para de meterse conmigo—

—Ella me respondía con ironías todo el rato, era imposible—

—Luego me llevo a ver el Riverside Park y cuando me llevó a casa de vuelta me besó—

—Si te soy sincero, llevaba queriendo besarte desde que te pregunte si eras Logan Browning y me dijiste "sí soy yo"—  Dice imitando mi voz.

Me río y le doy un beso en la mejilla.

—Que bonito— Dice Jess.

—Te pareces un poco a Beth— Dice Isabella.

—Habla igual que ella— Dice Jacob.

Me entran náuseas y me levanto lo más rápido que puedo.

Busco el baño corriendo y vomito en la taza del váter.

Escucho pasos acercándose y me limpio.

—Nena— Dice Ryan abriendo la puerta.

Vuelvo a vomitar y Ryan me sujeta el pelo.

—Esto es horrible— Digo refiriéndome al embarazo.

—Merecerá la pena— Dice poniendo la mano en mi abdomen.

Ruedo los ojos y me tapo la cara con las manos.

—Vamos— Digo levantándome.

—¿Te encuentras bien?—

—Sí—

—Échate agua en la cara para que se te pase un poco el mareo—

—El maquillaje—

—Espera— Aparta mi pelo de mi cuello y humedece un poco mi nuca con cuidado.

El frío del agua hace que me despierte un poco, me alivia mucho.

—¿Mejor?—

—Sí— Sonrío débil.

Me abre la puerta y salimos del baño.

—¿Todo bien?— Dice Harry.

—Sí, es normal tener nauseas en los primeros meses— Dice Ryan.

—Os va a salir un niño precioso— Dice Jessica.

—O niña— Dice Isabella.

—¿Tú que quieres que sea?— Dice Austin.

—Mientras venga sano— Digo nerviosa.

—¿Tenéis pensado bautizarle?— Dice Isabella.

—Isabella, por favor— Digo aguantándome las ganas de llorar. —Es muy pronto ¿vale?— Digo antes de dar un pesado suspiro.