c u a r e n t a y t r e s

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Cuando llegamos a Manhattan le pasó el número de Andre a Amanda.

Espero que ambos se gusten y Amanda deje al idiota de Cody.

Hablando de Cody, no he podido dejar de pensar en lo que me ha hecho, cada vez que me miro la escayola en mi mente se reproduce esa escena.

—¿Se puede saber por qué le pediste el número a ese tío?— Dice Ryan rompiendo el silencio entre los dos.

Estaba tan metida en mis pensamientos que ni me había dado cuenta de que no hemos hablado desde que llegamos.

—Porque fue muy amable y me ayudó—

—Cualquiera hubiese hecho lo mismo—

—Y me pidió perdón por lo que había pasado, me dijo que leyó el caso de Mark— Digo sentándome en el sofá.

—Es un idiota que te llamo...—

—A Amanda le gusta— Digo interrumpiéndole.

—¿Qué?—

—Cuando os fuisteis estuvieron hablando y congeniaron muy bien—

—Y a Amanda le gustó— Repito.

—Pero si está con Cody—

Ruedo los ojos.

—Cody es un puto idiota ¿vale?, no se merece ni que Amanda le mire—

Intento ir hacia la cocina lo más rápido posible pero con las muletas es muy difícil.

—He llegado hasta a plantearme que te guste Cody— Dice abriendo la nevera.

—Y la que va al psicólogo soy yo...— Digo soltando una carcajada.

—Entonces ¿qué coño te pasa con él?—

Ya no puedo más, le tengo que contar todo esto de callarme las cosas no está siendo bueno para mi.

—Mira... ¿sabes la verdadera razón por la que me he caído?— Digo mirándole a los ojos.

Me apoyo en la encimera de la cocina y respiro hondo.

Ryan se pone en frente de mi y se cruza de brazos.

—Cody me estaba enseñando a hacer snow y al principio fue todo bien— Le miro a los ojos durante un segundo pero aparto la mirada enseguida —Pero luego empezó a tocarme y...—

—¿Qué?— Dice Ryan incrédulo.

—Cuando le empujé para que me soltase me caí al borde de la cuesta—

Ryan aprieta los puños y entro en pánico.

—Ryan, ni le toques por favor— Digo en voz baja.

—¿Como quieres que no lo haga?— Dice con la cara roja.

—No te metas en más líos por favor, y menos por mi culpa—

—No le voy a pegar—

Le miro sorprendida y me mira serio.

—¿Pero tú le diste a entender que querías algo con él?— Dice cabreado.

—No me lo puedo creer— Digo incrédula negando con la cabeza.

—¿Es que no te das cuenta?, te ha pasado esto dos veces ya—

—Tres— Digo mentalmente.

—¿Que estás diciendo?, ¿que es por mi culpa?—

—No pero no sé, la forma en la que te vistes, como hablas, a veces hasta cómo miras, parece que estés mandado señales—

—Me estás vacilando, de verdad, tienes que estar vacilándome—

—No, pero por ejemplo lo que has hecho con Andre, ahí le has demostrado a Cody que ha hecho bien en no respetarte—

—Vete a la mierda— Digo empujándole.

—¿Te crees que cuando te tirabas a Josephine estabas respetándote a ti mismo?— Grito enfadada.

—¿O cuando le mirabas el culo a Camila o el escote a la idiota de Sasha?— Digo empujándole de nuevo.

Es difícil mantener el equilibrio con las muletas pero tengo mucha rabia acumulada ahora mismo.

—A diferencia de ti yo no tengo ningún interés en ninguno de los chicos con los que me relaciono porque para mi sólo existes tú—

—Pero claro, lo que pasa es que yo soy mujer, y soy negra, y de clase baja—

—Lo que significa que si no actúo como una barriobajera todo el rato es porque estoy mandado señales porque quiero que me violen—

Ryan mira al suelo y salgo de la cocina para entrar en el baño.

Ahora sí que tengo claro que no le tengo que contar lo de el juicio de Beth, le quiero mucho pero odio su manera de pensar.

Ryan llama a la puerta de la habitación pero no contesto.

Entra, se sienta a mi lado y le doy la espalda.

—Oye, no quería decir eso a veces me entiendes mal— Dice acariciándome el pelo.

—Lo que sea Ryan— Digo serena, me he cansado ya de gritar.

—Lo siento mucho, lo que pasó no fue culpa tuya—

No lo está diciendo de verdad, me está dando la razón para que no me enfade otra vez.

—Nena—

No le respondo, hoy ya no quiero hablar con él.

—Logan...— Dice subiendo el tono de voz.

—Ryan vamos a dormir, déjalo— Digo dándome la vuelta.

—Pero quiero hablar, y que arreglemos esto—

—Ya está todo arreglado, déjalo estar—

Suspira y sale de la habitación.

Después de un rato salgo yo también y le miro incómoda.

—¿Qué pasa?— Dice preocupado.

—¿Puedes ayudarme a ducharme?—

Me da mucha rabia pedírselo pero no puedo hacerlo yo sola.

—Claro, vamos— Dice abriendo la puerta del baño.

—Me ha dicho el médico que me tengo que poner un plástico sobre la escayola— Digo entrando.

—Vale— Se dirige a la cocina y vuelve con una bolsa de plástico y cinta adhesiva.

—Siéntate—

Me siento sobre la tapa de la taza del váter y Ryan envuelve la escayola con la bolsa de plástico y la asegura con cinta.

—Ya está—

Me levanto y me ayuda a desvestirme.

—¿Y esto?— Dice pasando la mano por los moretones que tengo en la cintura. No sé si son por la caída o me los ha hecho Cody.

Le miro incómoda y veo como se tensa su mandíbula.

...

Después de ducharme me ayuda a ponerme el pijama y me meto en la cama.

—Por fin— Digo agotada.

—Ahora vengo, tengo que llamar a alguien— Dice dándome un beso en la frente.

—¿A esta hora?— Digo extrañada.

—Sí, duérmete ¿vale?—

—Vale— Apago la luz y cierro los ojos intentando dormirme.

Nirvana (Serendipia II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora