Ella
17 de Abril de 2022, Lugar desconocidoLo primero que siento al despertar es un horripilante dolor de cabeza.
Por inercia trato de llevar una mano a la zona donde detectó el dolor y en medio del movimiento, escuchó un sonido metálico al igual que mi brazo se siente pesado.
Cuando logro tocar mi nuca siento algo pegajoso. Probablemente sea sangre.
Murmuro incoherencias tratando de poder abrir los ojos y cuando la luz, que creo es artificial, deja de molestarme, visualizo la superficie que está sobre mi cabeza.
El techo era de piedra y por el olor que desprende el sitio, parecía ser un lugar húmedo.
Después de intentar ubicarme, cosa que no logro, tomo la iniciativa de incorporarme y posteriormente ponerme de pie. Pero me doy cuenta de algo que no había notado. Y ahora tiene sentido el ruido metálico junto al peso en mi cuerpo.
Estoy encadenada.
Y no pervertidas y pervertidos lectores.
No como Anastacia Steele. Sino como encadenada de época medieval.
—¿Qué demonios?— espeto observando mis manos envueltas en una cadena y mis pies en otra.
Me siento sobre mis rodillas y comienzo a mover con frenesí mis manos intentando liberarme. Por la desesperación que me invade al cabo de un rato, comienzo a estrellar las cadenas contra el suelo una y otra vez. Me estoy lastimando las muñecas con el metal, pero me muerdo la lengua y trago mis quejidos hasta el fondo de mi garganta.
Gruño exasperada cuando las cadenas no ceden ni un poco.
—Yo que tú, me doy por vencido—susurra una voz desde el fondo de la habitación.
Mi cuerpo se tensa por completo. No giro de inmediato y mantengo la vista fija al frente mientras mi mandíbula se aprieta.
La persona avanza a pasos lentos y cautelosos hacia mi. Como si pensara que en cualquier momento me le lanzaré encima cual animal rabioso. Una descripción no muy lejana de lo que mi impulsividad me está ordenando hacer, pero prefiero contenerme y atacar con la guardia baja.
Cuando pasa por mi lado, de reojo puedo captar una pálida piel y una varita en mano.
» Que silenciosa estas, Isabella. Según había oído sueles ser bastante explosiva. ¿Sigues adormilada por el golpe?
No levanto la mirada hasta que termina de hablar.
Lentamente la encaró.
Si las miradas mataran.
Delphini Riddle ya estaría muerta.Me da una cínica sonrisa y toma asiento sobre una piedra grande a unos cuantos pasos frente a mi. Con la mano que tiene libre, se hecha a la espalda su pálido cabello rubio con mechones azules. Lleva una túnica negra y un prendedor plateado con la forma de un Augurey. Sus ojos marrones me observan con curiosidad.
Era asqueroso como de cierta forma teníamos un gran parecido.
Asqueroso e inquietante.
Los genes Black estaban presentes en sus facciones al igual que en las mías. Si no fuera por la diferencia de cabello y ojos, podríamos pasar por hermanas.
—Quítamelas— murmuró con templanza.
Ella me alza una ceja.
—¿Quitarte qué?
—Las cadenas. Me he lastimado al intentar liberarme y el dolor se está expandiendo.
Delphini ladea la cabeza y al ver la sangre escurrirse por los grilletes suspira con pesadez.
ESTÁS LEYENDO
•clairvoyant• | albus s. potter
FanfictionElla Black amaba ser una Black. Albus Potter odiaba ser un Potter. Ella Black amaba jugar Quidditch. Albus Potter odiaba subir a una escoba. Ella Black era una listilla de lo peor. Albus Potter tenía sus notas por debajo del suelo. Ella Black amaba...