Ella
18 de Julio de 2021, Colegio Ilvermorny de Magia y HechiceríaGarabateó sin mucho ánimo, con una mejilla recargada en la palma de mi mano y escucho al profesor Fontaine pasearse por su oficina esperando que termine.
Hoy es la última sesión para revisar mis dones. Muerdo levemente mi labio inferior cuando termino de darle los últimos detalles a mi dibujo.
Son un par de ojos.
De un hermoso tono verde esmeralda, que más que ojos parecen esa bella gema.
Me he enamorado de esos ojos.
Suelto un suspiro sin poder evitarlo.
—¿De nuevo soñó con el par de ojos?— cuestiona el director dejando de andar y sentándose en su silla.
Asiento distraída formando una sonrisita.
» ¿Está segura que no sabe de quién son?
—De mi futuro marido, por supuesto— bromeó dejando los colores— Aunque aun no lo conozco.
—Hmmm— dice el brujo analizándome con la mirada— ¿Cree que encuentre al dueño en Reino Unido?
—Lo más probable. Desde que se que voy a irme no he dejado de tener visiones con ellos. Incluso se me aparecen cuando estoy en clase— comento volviendo a mi bajo estado de ánimo— No quiero irme de Ilvermorny.
—Lo sé perfectamente, querida—dice Agilbert dándome una palmadita en la mano que descanso en su escritorio— Se te va a extrañar mucho por aquí.
—Sí, mis compañeras de dormitorio van a llorar por la falta de mis gritos en las noches y el equipo de Quidditch se irá al carajo sin mi. Oh y los pobres profesores, se quedarán sin su bromista de estrella— comentó con sarcasmo.
El director suelta un risa disimulada.
—Será solo por un año, señorita Black. Siempre será bienvenida de regreso... aunque sinceramente nos daremos un descanso durante su estancia en Hogwarts. Ya le he mandando una carta de condolencia a la pobre de Minerva McGonagall— comenta el brujo dándome un mirada burlona.
Suelto un resoplido.
—Pobres almas de Hogwarts, lo que les espera— digo poniéndome de pie y tomando mi mochila— Quiero darle una última visita al bosque antes de irme.
—No se tarde mucho, ya casi atardece. Nos vemos en el banquete de despedida, señorita Black— me dice cuando me encamino a la puerta.
Me despido y avanzó con andar tranquilo por los viejos pasillos. Apuesto a que me miro patéticamente triste recordando todo lo que he pasado por aquí.
Es cierto, como dijo Póllux, que no tengo amigos. Pero eso no quiere decir que no ame Ilvermorny. Me encantan los estudios y por ello soy de la casa de Serpiente Cornuda.
Me topo con algunos alumnos que me dan un saludo con la mano y yo lo devuelvo casi por obligación.
Por fin llego a la colina, que después de bajarla, conecta con el bosque. Me interno y sonrío de inmediato viendo animales fantásticos.
Tal vez no sea tan fanática como mis hermanos sobre las criaturas mágicas , pero de igual forma me gustaban mucho.
Me siento bajo el tronco de un frondoso árbol y sacó una bolsita con migajas, un par de Wampus se acercan ronroneando. Les doy un poco de comida y ellos se dejan acariciar, cierro mis ojos un momento permitiéndome disfrutar el viento correr alrededor de mi.
Toda una Pocahontas.
Cuando levantó mis párpados me reprendo por sentir mi vista nublarse por lágrimas, no había llorado mucho en el funeral de la abuela.
ESTÁS LEYENDO
•clairvoyant• | albus s. potter
Fiksi PenggemarElla Black amaba ser una Black. Albus Potter odiaba ser un Potter. Ella Black amaba jugar Quidditch. Albus Potter odiaba subir a una escoba. Ella Black era una listilla de lo peor. Albus Potter tenía sus notas por debajo del suelo. Ella Black amaba...