Capitulo 38: El reencuentro

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Albus
Hogwarts

—Vuelve a silbar una vez más y te lanzo un crucio, James— me quejo mirándolo sobre mi hombro.

Mi hermano mayor me mira con clara indignación. Lleva una mano a su pecho y abre sus labios en una gran O antes de hablar.

—El camino es aburrido en silencio— replica con tono ofendido.

—Pero vamos en camino a un sitio lleno de mortífagos. Así que cierra el pico, tenemos que ser precavidos— le digo con la paciencia apunto de terminarse.

—Hmmmm— murmura no muy contento tras girarme el rostro como la diva que es.

Contengo las ganas de tirarle un zapato por su ridiculez. No puede dejarla de lado ni siquiera cuando estamos en peligro de muerte.

—¿Realmente tenemos que entrar... ahí?— susurra Fred con una mueca plasmada en el rostro.

—Hace unos minutos dijiste que estabas listísimo para patear traseros— resopla Rose.

—Y lo sigo estando, pero... ese sitio es tan de serpientes. Puaj. No me agrada la idea de pisar ese lugar— rezonga el pelirrojo disgustado.

—Me siento atacado— dramatizo como sarcasmo.

—Anda. Así que ahora expresarás tus sentimientos y emociones, hermanito. Deléitanos, por favor—me alienta James en burla.

—Bien por ti, Albus. Estoy seguro que eso te ayudará a sincerarte más con tu corazón— me felicita mi mejor amigo con inocencia.

James y Fred lo miran como si le hubiera salido un tercer ojo.

—¿Este siempre es así?— señala Fred en voz baja.

—Si— suspira Rose— Scorpius es la persona más adorable y tierna del universo.

—No me lo termino de tragar—refunfuña mi hermano.

—Pues es la verdad, es perfecto— le dice Rose.

—No es para tanto. En realidad soy muy bobo— se sonroja el mencionado.

—Un bobo perfecto y hermoso— lo continua adulando su novia.

—No más que tú, Rosie— susurra de regreso el rubio.

James finge una arcada.

—Por favor paren o me provocarán esa enfermedad muggle causada por exceso de azúcar. ¿Cómo se llamaba? Di...¿diabutis?— frunce el entrecejo—Bah. Como sea, no coquetees con nuestra prima frente a nosotros, Malfoy. Estas en periodo de prueba. No tientes a tu suerte.

—Correcto. No me termino de creer que seas un ser hecho de arcoíris y chispitas de colores. Apuesto que a solas te conviertes en un hombre animal sediento por cometer perversiones y pecados lujuriosos— lo secunda Fred entrecerrándole la mirada.

Scorpius forma una expresión horrorizada y niega con la cabeza.

—Yo nunca le faltaría el respeto a Rose— se defiende de inmediato.

—A menos que yo se lo pida—complementa Rose descaradamente.

Le está afectando juntarse demasiado con Ella.

—¡Rose!— nos quejamos los tres primos.

—Soy una joven enamorada y con sentimientos a flor en la piel, no me juzguen. Además, aquí los únicos pervertidos son ustedes tres. Fred le coquetea a todo lo que se mueva. James era un gígolo hasta hace no mucho. Y Albus es el peor, tiene una mente demasiado cochambrosa.

•clairvoyant• | albus s. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora