•clairvoyant• | albus s. potter

Capitulo 1: La clarividente

Ella
19 de mayo de 2021, Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería

—Largo de mi casa Lestrange—exclama Aurora.

Sosteniendo con fuerza la varita en su ahora más envejecida mano.

—Solo necesito que me diga donde está la niña— exclama Rodolphus Lestrange.

Apuntándola de la misma manera.

—Sobre mi cadáver te acercarás a mi nieta... mortífago— gruñe la mujer preparada para una batalla.

El hombre la observa con detenimiento.

—Su nieta ha sido concedida con un don que le puede servir a la hija del señor Tenebroso. ¿Acaso piensa convertirse en una traidora de sangre? Dígame dónde está y ayude a El Augurey— dice Lestrange con lentitud.

Aurora suelta un resoplido.

—Esa pobre niña atormentada por los fantasmas de sus padres está encerrada en Azkaban— dice severa— Déjate de boberías y lárgate antes de que sea tarde.

—Como quiera, vieja bruja. Permítame regresarla al lado de su amado traidor de sangre—dice con burla el mortífago.

—¡Expelliarmus!

—¡Avada Kedavra!

—¡NOOOOO!— grito horrorizada despertando de mi visión, mis compañeras de dormitorio se quejan de mis gritos y se cubren el rostro con sus almohada— Oh por Merlín.

—¡No de nuevo Black! ¡Voy a acusarte con el prefecto!— exclama molesta una de las chicas— Maldita vidente loca.

—Véte a la mierda— digo sintiendo un sudor frío correr por mi sien.

Me incorporo de un salto casi tropezando con las sábanas y no lo pienso dos veces para comenzar a correr fuera del dormitorio de chicas.

Avanzó con fluidez por los pasillos del colegio sin impórtame en absoluto que es de madrugada.

En pocos minutos, con mi corazón latiéndome a tope y la respiración completamente agitada, toco con  ímpetu la puerta del despacho del director.

—¡Profesor Fontaine! ¡Señor director!— exclamó entrecortadamente.

Escuchó unos pasos del otro lado de la puerta y un muy adormilado Agilbert Fontaine, parpadea confundido.

—¿Pero que escándalo es ese, señorita Black? ¿Me puede explicar que hace fuera de la cama a estas horas?— dice el director cerrándose la bata.

Un nudo se instala en mi garganta y por mi expresión Fontaine deduce que esta no es una de mis bromitas.

» Pase señorita, cuénteme qué ha visto.

—Un hombre, era un mortífago llamado Lestrange. Esta en casa de mi abuela. Tiene que avisarle a mis hermanos y a la MACUSA. Ahora mismo, señor director— respondo atropelladamente.

Las cejas del brujo se alzan.

—¿Morti...? ¿Está segura de lo que vio, señorita Black?— cuestiona el perplejo.

Alzó mi mentón tembloroso.

—Mis visiones siempre son claras, director  Fontaine. Nunca se equivocan— digo con amargura, él me da una mirada comprensiva— Terminé la visión cuando se estaban batiendo en duelo, mi abuela ya es una mujer de edad avanzada. Por favor movilícese o me va a dar el patatús en su oficina.

—Enseguida, enseguida— dice él comenzando a dirigirse a su escritorio.

Suelto un suspiro entrecortado y me dejo caer en uno de los sillones frente a él.