•clairvoyant• | albus s. potter

Capitulo 30: Mensajeros de las estrellas

Albus
03 de Marzo de 2021, Hogwarts

—Entonces... ¿ya son novios?—pregunta Scorpius con cautela.

Me sonrojo de inmediato y le doy una ojeada a nuestro alrededor para ver si nadie ha escuchado.

Por suerte todos en la arboleda del Lago Negro guardaban sus distancias.

—No— contesto nervioso— Aun nos estamos conociendo.

—Me imagino— susurra el Malfoy entrecerrando la mirada— Succionándose la boca es vital para conocerse ¿eh?

—Cállate— refunfuño evitando el contacto visual.

—Que envidia— canturrea Scorpius.

—Estoy seguro que a Rose le encantaría conocerte— murmuró burlón.

Siento un empujón en el hombro y le alzo una ceja.

» Te has puesto rojo, amigo. Eres una ternurita.

—Yo no soy tierno— gruñe avergonzado— Soy muy... eh varonil.

—Claro... ternurita— bromeó entre risas.

Mi amigo resopla.

—Eres un pesado ¿lo sabías?—comenta exasperado.

—Si. Me lo dices todo el tiempo—respondo encogiéndome de hombros.

—Pues si. Y soy varonil fíjate—repite cruzándose de brazos.

—Y también eres una ternurita—habla Ella a nuestras espaldas.

Se deja caer frente a nosotros en medio de un suspiro.

La falda y la túnica se acomoda con gracia sobre sus piernas cruzadas al estilo indio.

» ¿Por qué te envían a Azkaban por matar a alguien? ¿No puede ser legal si la persona es un idiota?

—¿Qué sucedió?— pregunto curioso.

Ella suelta un bufido y comienza a trenzar su cabello para mantener sus manos quietas.

—La rubia oxigenada. Otra vez me ha querido intimidar en los pasillos, porque la semana pasada me vio platicando con James— me responde irritada— ¿Acaso no es obvio qué me gustas tu?

—Lo es— se burla Scorpius— Igual de obvio que a Al también le gustas.

—Silencio, Malfoy— lo reprendo entrecerrando mi mirada.

Él alza las manos en forma de rendición.

—Yo solo digo lo que veo— dice en defensa.

Ella suelta una risita.

—Creo que es muy obvia nuestra atracción, ojos bonitos. Más aún si nos besamos cada vez que tenemos oportunidad— comenta la Black meneando sus cejas.

En respuesta le lanzo mi bufanda en el rostro.

Me la había quitado porque la primavera se acercaba y a esta hora ya comenzaba a hacer calor.

» No es necesaria la violencia. Mejor dame un abrazo.

—No— sentencio frunciendo el ceño, Ella forma un puchero— He dicho que no, Eirene.

—Eres malo, Sev— se queja la Slytherin.

Niego con la cabeza reteniendo una sonrisa.

—Muy malo— se burla Scorpius.

La castaña le da un golpecito disimulado, me limito a gruñir.

—Son igual de molestos. Tenían que ser primos— protesto.